* Haz que las buenas acciones se hagan costumbres en tu vida.
* Mudo. No me encuentro a nadie que me salude ni me diga nada. Soy un extraño en mi Ciudad, mi gran Ciudad de calles polvorientas y enfangadas.
* Haz que las buenas acciones se hagan costumbres en tu vida.
* Amo esta agua, todo esto amo; lo que ha sido este espejo en que me veo viéndome y me espanto.
* Yo te veo –Ave María– en todas esas muertes, en todas esas vidas y el llanto de las horas que fluyen en mi corazón.
* Yo estoy solo y no sé, no digo nada más que estas palabras; no sé, no sé, no sé... Yo no sé nada, yo soy apenas otro hombre cantando entre millones.
* Digo que mi dolor es el dolor de todos y que no sé qué hacer con tanta pena. Reunido junto a mí, están las cosas de la vida. Ofrezco mi corazón a cambio de lo que te suceda. ¡Tú! Que estás ahora tan distante de mí, que no sabes quién soy, que quizás no comprendas lo que hay en mi canto.