Me llama. Está borracho. Un poco borracho; la lengua le patina, y me imagino su babosa, su estúpida sonrisa.

Cien incendios diarios en Galicia… Una extensión equivalente a 19 campos de fútbol de arbolado arrasada de 24 en 24 horas. 300 muertos en las carreteras

Una mujer que pasa en bicicleta a las dos de la mañana, hermosas piernas morenas bombeando los pedales

Hace falta estar a punto de morirse para caer en la cuenta de que nada en esta vida

La poesía es un arma cargada de futuro. Y el futuro es del Banco

El mirlo de todos los años ha vuel… y todavía sigo aquí. Su música no cambia y eso ya lo he… Pero mi trabajo es constatar lo ob… y eso es lo que el mirlo me viene…

Desayunar con Nietzsche es relativamente fácil, sobre todo si hace sol, la lluvia es fina —un ligero chaparrón traslúcido y oxigenado–

Es esta condenada impotencia. Esta ausencia hasta de rabia. Este peso.

El comienzo del verano y la noche yace como un cuerpo herido que la aurora no consigue desvelar… Recorro la ciudad taconeando

El tipo dijo con palabras elogiosas que en el fondo le agradezco: «... he aquí el milagro

La cosa es muy sencilla, en realid… Coges y agarras una borrachera de dos días y al tercero resucitas de debajo de una pila

Es tarde ya en la noche y la playa está desierta. Rompe el mar sobre las rocas. Un aire cálido,

Pedro Salinas dice en un poema que no quiere dejar de sentir el dolor de la ausencia de la mujer a la que ama

Salgo del trabajo. Los huesos, el… dulcemente dolorido, como –a veces… después de un polvo de los buenos. La luna, sajada en dos pedazos, me… el ojo ese famoso de Buñuel,

Otra maldita tarde de domingo, una de esas tardes que algún día escogeré para colgarme del último clavo ardiendo