Tiene abiertas las ventanas de la casa.
Tiembla.
Susurros, mar.
El mar se agiganta en dudas.
Llora sombras de acero.
Lágrimas sepia.
La pared se cuelga del clavo,
películas viejas. ¿Se colgaría otra cosa ayer?
No arde violenta en las veredas, recién
nace entre hombres desnudos que la miran.
Esta mujer es
liebre
poema
entrelineas con ausencia de
palabras erectas, nadie
se estremece al pronunciarla
Nadie atraviesa el muro que levanta en penas.
No hay caballos poderoso en el barro,
ni trenes azules, blancos, negros.