Muchacha: Ya sonó el despertador.
Parece
que amanece.
Tu marido no tardará en llegar
y si me encuentra...
Ya ‒terrones de azúcar‒ las estrellas
disuélvense en la leche matinal;
ya renace la vida pueblerina;
ya los gallos comienzan a cantar…
Oigo mugir un buey en la barranca.
Muchacha, tu marido
no tardará en llegar…