Reinaldo Arenas

De modo que Cervantes era manco.

De modo que Cervantes era manco;
sordo, Beethoven; Villon, ladrón;
Góngora de tan loco andaba en zanco.
¿Y Proust? Desde luego, maricón.
 
Negrero, sí, fue Don Nicolás Tanco,
y Virginia se suprimió de un zambullón,
Lautrémont murió aterido en algún banco.
Ay de mí, también Shakespeare era maricón.
 
También Leonardo y Federico García,
Whitman, Miguel Ángel y Petronio,
Gide, Genet y Visconti, las fatales.
 
Ésta es, señores, la breve biografía
(¡vaya, olvidé mencionar a san Antonio!)
de quienes son del arte sólidos puntuales.

(1971)

#EscritoresCubanos (La 1971) Habana,

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