Regino E. Boti

De rodillas

Calla, cobarde! Te repudio. Queda
en el hondo cubil de tu ignorancia;
sería descender de mi arrogancia
herirte con mi látigo de seda.
 
La dignidad es dique; honor me veda
aceptar el morir de tu jactancia;
mis altiveces en tu inquina escancia
y, mordido en dolor, al polvo rueda.
 
Perdonarte? Jamás! Cuando quisiste
tu vileza probar acaso heriste
con la daga fatídica de Harmodio?
 
Calla, cobarde! Tu ruindad blasfema
si gime porque te alce el anatema
forjado en los abismos de mi odio.
Preferido o celebrado por...
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