Dejé por ti mis bosques, mi perdid… arboleda, mis perros desvelados, mis capitales años desterrados hasta casi el invierno de la vida. Dejé un temblor, dejé una sacudida…

Subes del mar, entras del mar ahor… Mis labios sueñan ya con tus sabor… Me beberé tus algas, los licores de tu más escondida, ardiente flor… .

Es más, estáis de acuerdo con los asesinos… con los jueces, con los legajos turbios de los min… con esa bala que de pronto puede h…

Por las calles, ¿quién aquél? ¡El tonto de Rafael! Tonto llovido del cielo, del limbo, sin un ochavo. Mal pollito colipavo,

Que no me digan a mí que el canto de la cigüeña no es bueno para dormir. Si la cigüeñita canta arriba en el campanario,

(Siglo XIX) Llevaba un seno al aire, y en las… –nieve roja– una crespa clavelina. Era honor de la estirpe gongorina y gloria de los mares albertianos.

«Sí, con otra luz, bajo otra atmósfera distinta a la de aquellos días de oscuridad y de espanto, soñaba yo encontrar a Europa, de la que Gran Bretaña iba a ser la primera tierra suya qu...

¡Arriba, trabajadores madrugadores! ¡En una mulita parda baja la aurora a la plaza el aura de los clamores,

«No vine a ti para alabar la niebla que te difumina ni esa escarcha que te hace entrar en una caja cristalina. Ni vine a ver cómo se clava

«XI. Desde la ventana de nuestro cuarto, en el hotel Novo Moskovskaia, miro su capital, Moscú, partida por el río Moscova, casi helado, arrastrando grandes manchas de grasa de las fábri...

Se despertó una mañana. Soy la yerba, llena de agua. Me llamo yerba. Si crezco, puedo llamarme cabello.

Toca la campana de la catedral. Y yo sin zapatos, yéndome a casar! Donde esta mi velo,

¿Qué cantan los poetas andaluces d… ¿Qué miran los poetas andaluces de… ¿Qué sienten los poetas andaluces… Cantan con voz de hombre.. ¿pero dónde los hombres?