Aun verdes, imagino que algún día
de algún año pasado, un curso ido,
sobre un mapa en el tiempo desvaído
estudiábamos juntos geografía.
Como los papagayos colegiales,
y aún mejor, repetimos,
tan sólo de un aliento
y sin puntos finales,
los que de adolescentes aprendimos
y el tiempo puso de un hervor sangriento.
Si los aires rojean
es que el mapa de España sufre encinta.