Pues me hacéis casamentero, Ángela de Mondragón, escuchad de vuestro esposo, las grandezas y el valor. Él es un médico honrado,

Sólo en ti, Lesbia, vemos que ha… El adulterio la vergüenza al cielo… Pues que tan claramente y tan sin… Has los hidalgos huesos ofendido. Por Dios, por ti, por mí, por tu…

Más solitario pájaro ¿en cuál tech… se vio jamás, ni fiera en monte o… Desierto estoy de mí, que me ha de… mi alma propia en lágrimas deshech… Lloraré siempre mi mayor provecho;

Que un corazón lastimado, a quien ha dado el Amor por premio eterno dolor, por alimento el cuidado; constante, que no obstinado,

Érase un hombre a una nariz pegado… érase una nariz superlativa, érase una nariz sayón y escriba, érase un pez espada muy barbado. Érase un reloj de sol mal encarado…

Faltar pudo su patria al grande O… Pero no a su defensa sus hazañas; Diéronle muerte y cárcel las Espa… De quien él hizo esclava la Fortu… Lloraron sus envidias una a una

Miré los muros de la Patria mía, Si un tiempo fuertes, ya desmorona… De larga edad y de vejez cargados, Obedeciendo a el tiempo y muerte f… Salíme al Campo y vi que el Sol b…

Ven ya, miedo de fuertes y de sabi… irá la Alma indignada con gemido debajo de las sombras, y el olvido beberán por demás mis secos labios… Por tal manera Curios, Decios, F…

Si no temo perder lo que poseo, ni deseo tener lo que no gozo, poco de la Fortuna en mí el destro… valdrá, cuando me elija actor o re… Ya su familia reformó el deseo;

Pues amarga la verdad, Quiero echarla de la boca; Y si al alma su hiel toca, Esconderla es necedad. Sépase, pues libertad