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Jorge Eduardo Eielson Jorge Eduardo Eielson

Jorge Eduardo Eielson (Lima, 13 de abril de 1924 - Milán, 8 de marzo de 2006) fue un poeta y artista peruano. Hijo de una ciudadana limeña y de un estadounidense de origen escandinavo. Cuando tenía siete años fallece su padre. Desde su juventud manifestó su inclinación hacia distintas formas de arte, incluyendo la literatura, las artes visuales y la música. En 1945 gana el Premio Nacional de Poesía con el poemario Reinos, publicado en la revista Historia dirigida por el historiador nacional Jorge Basadre. Al año siguiente obtiene el III Premio Nacional de Teatro 1948 por una obra titulada Maquillage, parcialmente publicada en la revista Espacio y recientemente publicada en su totalidad en libro. En simultáneo a sus primeros textos literarios realiza sus primeras obras gráficas, exponiendo algunas de estas junto a otros objetos en 1948. Ese año lleva a cabo un viaje a París gracias a una beca del gobierno francés, iniciando con ello una suerte de exilio voluntario de su país, al cual retornaría en muchas, aún cuando cortas oportunidades. Vivió la mayor parte del tiempo en Europa y se asentó en Milán (Italia). Su obra literaria se caracteriza por la búsqueda de la pureza en la expresión, procurando una forma que trascienda las limitaciones de la realidad y del lenguaje. Ello lo llevó a dedicarse además de a las letras, a las artes visuales, entregado a una experimentación vanguardista que le permite un diálogo inédito con algunos aspectos de la cultura precolombina peruana, y tomando particularmente como signo una versión propia del Quipu. Por su trabajo como artista recibió en el Perú el Premio Tecnoquímica en 2004. Al año siguiente participó en el proyecto de arte público Itinerarios del sonido, con una pieza que se presentaba en una parada de autobús en el Paseo del Pintor Rosales, en Madrid. El conjunto de su obra poética se ha editado tres veces con el título Poesía escrita, primero en Lima en 1976, luego México en el año 1989 y posteriormente en Colombia, en 1998. Además, en 2005 la Pontificia Universidad Católica del Perú elaboró una edición especial con toda su obra poética, sumada a selecciones de sus trabajos en prosa y reproducciones de su creación plástica. Junto con los poetas peruanos Blanca Varela, César Calvo, Antonio Cisneros y Luis Hernández, entre otros, es considerado el poeta peruano que mayor influencia ha dejado en el ámbito de la poesía latinoamericana. Poesía: * Reinos (1945) * Canción y muerte de Rolando (1959) * Mutatis mutandis (1967) * Poesía escrita (1976) * Poesía escrita, 2ª edición (1989) * Noche oscura del cuerpo (1989) * Antología (1996) * Nudos, ed. bilingüe (1997) * Poesía escrita, ed. de Martha Canfield (1998) * Sin título (2000) * Celebración (2001) * Canto visibile (2002) * Nudos (2002) * Arte poética, antología (2005) * Del absoluto amor y otros poemas sin título (2005) * De materia verbalis (2005) * Habitación en Roma, ed. de Martha Canfield (2008) * Pytx (2008) * Habitación en Roma, ed. de Sergio Téllez-Pon (Quimera, México, 2009) * Poeta en Roma (2009) Narrativa: * El cuerpo de Giulia-no (1971) * Primera muerte de María (2002) Teatro: * Acto final (1959) * Maquillage. [Obra en dos actos y un prólogo]. Edición y presentación de Ricardo Silva-Santisteban. Colofón de Jesús Cabel. Lima: Universidad Nacional San Luis Gonzaga – Editorial San Marcos, 2012. 62 pp. (Colección Huarango; 6). ISBN 978-612-302-747-6 [Obra ganadora del III Premio Nacional de Teatro 1948 y estrenada el 25 de mayo de 1950 en el teatro de la Asociación de Artistas Aficionados (AAA), bajo la dirección de Joaquín Roca Rey]. Referencias Wikipedia—http://es.wikipedia.org/wiki/Jorge_Eielson

José Santos Chocano José Santos Chocano

José Santos Chocano Gastañodi Extraordinario, controvertido, soberbio y tierno. Así fue, a decir de los estudiosos de las letras peruanas, José Santos Chocano, quien nació en Lima el 14 de mayo de 1875. Estudió en el Instituto de Lima y, al poco tiempo, se trasladó al Colegio de Lima el cual dirigía Pedro Alfonso Labarthe. Es común que los escritores, poetas y novelistas se mantengan al margen del campo de las ciencias matemáticas. No obstante, José Santos Chocano fue la excepción porque durante su época estudiantil demostró un apego especial por esta rama, específicamente por el álgebra. Incluso su madre le propuso que fuera ingeniero. "Tengo que confesar que los estudios de letras no me despertaron tanto interés como los de ciencias", escribió en una oportunidad el "poeta de América", quien supo mantener un romance —casi imposible— entre los números y las letras. La historia de Chocano en la universidad más antigua de América, San Marcos, se inició cuando apenas tuvo 14 años de edad. Ingresó a la Facultad de Letras. Pero paralelamente se desempeñó como profesor de Matemáticas en el Colegio Secundario de Lima. Obras y logros Su labor poética se inició en 1895 cuando publicó sus primeros libros: Iras santas y En la Aldea. En España, en donde permaneció desde 1905 a 1908, publicó su obra de mayor representación Alma América. En dicho país frecuentó con Rubén Darío, iniciador y máximo representante del modernismo, Miguel de Unamuno, Antonio Manchado y Amado Nervo por citar algunos renombrados poetas. Publicó también La neblina, Azhares, La gran revista, Los cantos del Pacífico, Cantos de vida y esperanza y muchas otras que originaron comentarios y críticas. La pluma de Chocano se extendió por distintas revistas literarias del Continente americano. En vida fue el poeta más conocido y admirado. Por ello en 1921 lo coronaron Poeta Nacional. Y en alguna oportunidad dijo: "Walt Whitman tiene el Norte, pero yo tengo el Sur". Con esta frase sintetizó y exteriorizó su vanidad, todo lo que sus seguidores le hicieron sentir, para bien o para mal. Póstumamente aparecieron obras como El poema del amor doliente, El alma de Voltaire, Memorias. Las mil y una aventuras, Oro de indias, Libro de oro, Poesías escogidas, entre otras. Vaivenes del poeta La vida de Chocano no fue tranquila ni apacible. Fue llevado preso desde muy joven por escribir contra el gobierno de Andrés A. Cáceres (1894). "Fui el verdadero verbo lírico de la revolución", escribió, luego, este poeta en sus Memorias. Al triunfar la revolución de aquella época, Chocano pudo recobrar su libertad. Pudo respirar más allá de las rejas. Y fue así como lo nombran secretario de Manuel Candamo, presidente de la junta transitoria del gobierno peruano. Iniciaba así una carrera diplomática que lo llevó a visitar numerosos países de América. Estuvo en México cuando estalló la revolución a principios del siglo XX. Una página trágica, por decir lo menos, en la historia de Chocano ocurrió en 1925. En ese año se desató una polémica, o más bien discusión, entre Lugones y Vasconsuelos que terminó en tragedia y en la cual los protagonistas fueron Chocano y Edwin Elmore, defensores de los citados literatos, respectivamente. Al respecto el maestro Luis Alberto Sánchez narra lo siguiente: "Elmore (quien había cometido una indiscreción) salió a buscarlo para cobrar la ofensa. Chocano iba en pos de lo mismo. Se encontraron en la imprenta de El Comercio y Chocano, que andaba armado, usó su revolver para repeler la agresión de Elmore a quien derribó de un disparo en el vientre (31, octubre de 1925)". Por este hecho Chocano estuvo preso, pero tan sólo un año, pues fue amnistiado por el Congreso de la República. Al poco tiempo se fue a Chile para continuar su carrera literaria. Pobre pero lleno de orgullo, como lo refieren sus críticos, murió en el citado país sureño a consecuencia de una puñalada de un orate en 1934. La obra poética de José Santos Chocano llena de imaginación, perdura y se mantiene firme al paso de los años. Referencias UNMSM – http://sisbib.unmsm.edu.pe/BibVirtual/Publicaciones/gaceta/ 2000_n38/art07.htm (Lima, 1875 - Santiago de Chile, 1934). Su vida se vió marcada por una azarosa actividad política. Errante y turbulento, las mil y una aventuras -bajo este título se publicaron póstumamente sus memorias- que llenan la vida de Chocano darían cumplida materia para una novela o una película de intrigas y acción. Acusado de subversión, fue encarcelado a los veinte años. Desempeñó, muy de joven, algunas misiones diplomáticas de su país que le condujeron inicialmente a Centro América (Colombia) y España. De la ciudad de Madrid, donde vivió de 1905 a 1908 (y en la cual recibió la más cálida acogida literaria), tuvo que salir precipitadamente por estar envuelto en ciertos negocios turbios; y a partir de ese momento sus andanzas y malandanzas le volvieron a llevar a numerosos países de América.Fue consejero de Pancho Villa en México. Hizo en los Estados Unidos propaganda ideológica a favor de la Revolución Mexicana; y casi simultáneamente prestaba servicios especiales a un sombrío amigo, el dictador guatemalteco Estrada Cabrera.Condenado a muerte tras la caída de este último, logró el indulto y volvió a su país, donde el dictador Leguía le protegió, hasta que un altercado entre Chocano y el. En Madrid se había dado ya a la práctica de los recitales públicos de su poesía -hecha casi especialmente para ese fin: la declamación-, que luego continuó, y se dice que con grandes beneficios económicos, en las Antillas y otras naciones de la América Central y del Sur. Apenas residió en el Perú; pero allí, pomposamente y según las modas de la época, se le coronó como poeta en 1922. Sus últimos años estuvieron ya definitivamente marcados por el destino trágico al que apuntaba su vivir impetuoso. En Lima, hacia 1925, disparó al joven intelectual y periodista Edwin Elmore, que resultó muerto, el cual venía sosteniendo contra él (pero principalmente contra Leopoldo Lugones) una polémica ideológico-política en la que ninguno de los dos poetas quedaba muy bien parado. A consecuencia sufrió un año de cárcel (antes, y en varias ocasiones, había ido a dar en la sombra); y a la salida de la prisión se trasladó a Santiago de Chile, de donde no regresaría más. Su cálida imaginación le hacía fraguar, y esto de sus años juveniles, negocios fabulosos con los que esperaba amasar una gran fortuna (junto a la poesía, fue ésta la gran vocación de Chocano). Y ahora, en Santiago, se dedicó a la acaso más peregrina de todas estas empresas: la búsqueda de tesoros escondidos. Y un obrero chileno, que al parecer se creía víctima de sus engaños, le dio inesperada muerte a puñaladas. Iba en un tranvía. Buena parte de su obra responde a la ambición de convertirse en el gran poeta épico de Hispanoamérica. A esta vida aventurera se acompaña una obra poética igualmente sostenida por la efusión y la desmesura. Es Chocano, sin duda, el modernista hispanoamericano que más lejos ha quedado de nuestra sensibilidad pues fue la suya una poesía que encarnó, como la de ningún otro coetáneo, esa línea exterior y grandílocua del modernismo que más pronto quedó arrumbado con el tiempo. Se caracterizó por su virtuosismo técnico y sonoro. En rigor, claves suyas fueron algunas actitudes que en principio ocuparon un lugar central en la estética modernista (antes de que ésta comenzara a cuestionarse a sí misma, y a abrirse hacia la más estricta modernidad): el amor a la palabra hermosa, la confianza plena en el lenguaje, el gusto por los ritmos potentes. Mas Chocano estaba dotado de unos robustos pulmones de romántico; pero tal como el romanticismo había sido entendido en la tradición hispánica del XIX, nunca del todo despojada del lastre oratorio de la retórica neoclásica, con lo que todo ello implicaba de una ausencia de lucidez crítica frente al lenguaje y la poesía. Y así este bardo de estro fácil y ubérrimo (bardo es la palabra decimonónica que mejor le cuadra pues los poemas de largo metraje eran en él, parece, cosa de todos los días) llevó aquellas calidades modernistas a un grado notorio de hipérbole y exceso. Y con los instrumentales que de ellos resultaba -la declaración, el énfasis, el tono declamatorio- acarició y practicó la ambición de convertirse en el poeta de América. Y en esta ambición se configura la imagen central de Chocano, y la que de él más se ha sostenido. Dentro del ambiente modernista, su dependencia de Rubén Darío, quizá tenga más afinidad con Salvador Díaz Mirón, por lo rebuscado de sus formas y, en especial, por cierto tono prevanguardista e intelectualista de sus imágenes. De hecho, hay en Chocano una gran variedad de impulsos y modos: subjetivista y épico, decadentista y exaltador de grandezas históricas hispánicas y americanas, etc. Fue aquél un ideal querido y buscado, a veces con una impaciencia casi neurótica, en el continente americano: era necesario a toda costa que surgiese -¡al fin!- el poeta del Nuevo Mundo. No parecía poder serlo Darío, según el dictamen acaso demasiado temprano de José Enrique Rodó, y Chocano se lo propuso abiertamente y entró a saco en el arsenal tópico de América: su geografía y paisaje, la flora y la fauna, la historia y la leyenda, los tipos raciales y criollos. Impostó su voz (no le era difícil), puso al servicio de la causa su férrea egolatría romántica, y zarpó temáticamente a las Indias -dice en «Troquel»- como un Colón del verso. De hecho, así se proclamó: Soy el cantor de América, autóctono y salvaje («Blasón»). Hombre se escasa cultura (se jactaba de no conocer francés ni querer aprenderlo para conservarse "libre de influencias extrañas"), identificaba sorprendentemente América y salvajismo, estimulando apócrifas relaciones de nuestra época no consciente. Hoy sabemos que lo americano, o cualquier categoría de espíritu que abarque un amplia comunidad y un destino histórico, debe buscarse por caminos más secretos y complejos: más sutiles, intuitivos e imponderables -y no por la apropiación mecánica de asuntos y motivos exteriores, en los cuales además no se profundiza. Y podemos ver así el gesto de Chocano, cuando más, como ingenio y equivocado. De todos modos, es de creer que fue sincero; y el encuentro de su egolatría y su asumida temática americanista ha sido descrito justicieramente por Julio Ortega en estos términos: "Muy pronto define [Chocano] su actitud ante la literatura: quiere ser el poeta de un continente, América, y quiere serlo porque en él la persona poética, el insistente yo que desea escribir con mayúscula, se convierte en eje de su poesía, de su idea de la poesía, y porque América le permite desplegar esa primera persona en una dirección en que, pronto, la historia, la raza, el paisaje, confluyen como temas, hacia aquel yo convertido en tema central". Se han notado las naturales influencias que sobre él ejercieron poetas de talante generoso y retórico: la del mexicano Salvador Díaz Mirón, la no siempre benéfica de Víctor Hugo y la emulación (más que influencia) con Whitman. Pues aun quiso parangonarse a éste último: Walt Whitman tiene el Norte; pero yo tengo el Sur, dijo arrogantemente en un verso que muchos entendieron como su lema. Pero no le fue dable apreciar la diferencia esencial; que sin embargo la crítica posterior sí pudo precisar suficientemente. El suyo fue un americanismo de pasatista: vuelto hacia el paisaje y el pasado indígena e hispánico, hacia lo monumental e inmovilizado. El de Whitman, de una grandeza y universalidad de que Chocano carecía, miraba desde el presente hacia el futuro, y era un americanismo vivo y en marcha. No era pequeña la divergencia. Este es el Chocano que alcanzó gran popularidad en su tiempo: el de Alma América y Fiat Lux, libros que lanzados desde Madrid le valieron incluso el reconocimiento de hombres preclaros de esos años (Unamuno, Rodó), empeñados en salvar el espíritu de la hispanidad, que se encontraba seriamente agredido tras el desastre del 98. Muchos poemas de Chocano, como el que titulase «La epopeya del Pacífico», responden igualmente a ese empeño; pero quedan sacrificados en nuestra elección (el lector tiene más a mano los que sobre esa misma voluntad construyó Darío, de mayor hondura de intuiciones y superior maestría artística) en favor del aspecto de su obra que sigue siendo más válido y perdurable: la del poeta descriptivo. Chocano nos dejó, en esos mismos libros, numerosas piezas donde visualizó, de espléndido modo, accidentes y elementos de la geografía y la naturaleza americanas. Con pupila precisa y economía verbales propias de un parnasiano, a la vez que con una palabra menos resonante e imágenes en verdad personales y sugerentes, el peruano alcanzó allí lo más resistente de su obra. Y junto a esas piezas (principalmente sonetos), merecen leerse aquellas otras de inspiración más lírica _«La canción del camino» (en algunas ediciones titulada «Nocturno 18»), «Nostalgia» -donde, si no logra una auténtica hondura, al menos depone su habitual diapasón sonoro y se acerca a un decir más ajustado y entrañable. Se entró también, poéticamente, en la problemática socio-económica del indio («Notas del alma indígena»), en una línea que continúa la tradición iniciada en su país por Manuel González Prada. Y en su poesía última intentó ciertamente un mayor lirismo y una dicción menos rotunda; pero, por curioso modo, no asoma allí el rostro más personal del poeta. Referencias Universitat Jaume – www.ale.uji.es/chocano.htm

Javier Heraud Pérez Javier Heraud Pérez

“No deseo la victoria ni la muerte, no deseo la derrota ni la vida, sólo deseo el árbol y su sombra, la vida con su muerte” Convertirse en lo que uno es. Eso es todo. Javier Heraud Pérez (Miraflores, Lima, Perú, 19 de enero de 1942 – Madre de Dios, 15 de mayo de 1963), fue un poeta , profesor, guerrillero peruano. Desde muy niño mostró un gran interés por el estudio, lo que se reflejó en el ámbito académico, al ocupar el segundo puesto de su promoción en el colegio Markham, y el primer puesto de ingreso en la Facultad de Letras de la Pontificia Universidad Católica del Perú en 1958. En 1960, aún siendo menor de edad, publica "El río", poemario donde hizo gala de su talento para la composición literaria. Javier Heraud fue hijo de Jorge Heraud Cricet y Victoria Pérez Tellería, fue el tercero de seis hermanos, entre ellos, el reconocido científico peruano Jorge Heraud Pérez. En 1947 ingresó al Colegio Sagrados Corazones de Belén y, en 1948, se incorporó al primer año de educación primaria en el británico Markham College, donde cursó toda su instrucción escolar, en el que destacó tanto en competencias deportivas como en los juegos florales de poesía. Al concluir su educación secundaria recibió el Segundo Premio de su promoción y el Primer Premio de Literatura. En 1958 ingresó con el primer puesto a la facultad de letras de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ese mismo año ocupó la plaza de profesor en el Instituto Industrial No.24, donde dictó los cursos de inglés y castellano, siendo, quizás, el profesor más joven en el Perú. En 1960 lo nombraron Profesor de Inglés en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe . En 1960, publica su primer poemario "El Río". El 20 de diciembre de ese año comparte con César Calvo, el primer premio en el concurso " El poeta joven del Perú", por su poemario "El viaje". En 1961 se inscribe en las filas del Movimiento Social Progresista (MSP) de tendencia social demócrata. Participa en la manifestación de repudio por la visita del presidente Nixon al Perú. Se matriculó en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos por la presión de su padre, con el fin de estudiar Derecho. Se publica su poemario "El viaje". En julio de ese mismo año, viaja a Moscú, invitado por el Forum Internacional de la Juventud, permaneciendo 15 días en Rusia que marcarían el rumbo de su vida. Esto queda evidenciado en sus poemas "En la plaza Roja" y "Plaza Roja 1961". Conoce China, luego París, donde visitaría la tumba de César Vallejo y posteriormente viajó a Madrid. En 1962 renunció al Movimiento Social Progresista, argumentando que: yo no creo que sea suficiente llamarse revolucionario para serlo. Recibe una beca para estudiar cine y parte a Cuba, junto con otros comunistas de Chile, donde conoce a Fidel Castro. En 1963 retorna al Perú para librar una guerra contra el gobierno militar que en aquel entonces había tomado el poder mediante un golpe de estado, uniéndose al grupo guerrillero Movimiento de Izquierda Revolucionaria bajo el seudónimo de "Rodrigo Machado". Muerte En la noche del 14 de mayo de 1963, en Puerto Maldonado, Javier Heraud junto con otros seis compañeros discutieron con miembros de la Guardia Republicana siendo conducidos a la comisaría. Es en el trayecto que uno de los detenidos disparó contra un agente (quien falleció minutos después), huyendo hacia el río Madre de Dios. Durante la madrugada del 15 de mayo, Heraud y otros tres fugitivos huían en una canoa, realizando disparos a sus perseguidores, los cuales respondieron con ráfagas de metralleta. En total, diecinueve balas "Dum-Dum" acabaron con la vida del joven poeta, con 21 años de edad. Palabras de Sebastián Salazar Bondy "Ayer no más una noticia nos sacó de nuestro resignado acatamiento de la muerte anónima, la de la víctima sin rostro, comunero, indio, minero mestizo o estudiante revolucionario. Una ráfaga de odio había acabado con un poeta, Javier Heraud(sic). Y no lo quisimos creer. Hasta hace apenas un año estaba entre nosotros, era un joven compañero, todavía un adolescente, y su talento nos sorprendía , nos enorgullecía." [..] "La historia de Heraud es brevísima. Cinco años atrás ingresó en la Facultad de Letras de la Universidad Católica de Lima... Conforme se acendró en Heraud la vocación creadora su inconformismo se hizo más premioso, exigente y, en cierto modo, mortal. Mas no era un fanático..."[cita requerida] Obras * El río (1960) * El viaje (1961) * Estación Reunida * Poesías completas y homenaje (1964) * Poema a dos voces (1967) con (César Calvo) * Heraud, Javier : Poesías completas y cartas (1976). Promoción Editorial Inca S.A. Lima. * * Supervisión literaria de Estuardo Núñez y otros. 'Preludio' de Sebastián Salazar Bondy. Extractos de su poemario Poema 1 del poemario "El río" Yo soy un río , voy bajando por las piedras anchas, voy bajando por las rocas duras, por el sendero dibujado por el viento. Hay árboles a mi alrededor sombreados por la lluvia. Yo soy un río, bajo cada vez más furiosamente, más violentamente bajo cada vez que un puente me refleja en sus arcos. Premios y distinciones * Primer Premio en el concurso "El Poeta Joven del Perú", compartido con César Calvo, convocado por la revista Cuadernos Trimestrales de Poesía, de Trujillo, por su libro: El Viaje. * Primer Premio de Poesía en los Juegos Florales convocados por la Federación Universitaria de San Marcos, por su poemario Estación Reunida (Póstumo, Lima 1960) Referencias Wikipdia—http://es.wikipedia.org/wiki/Javier_Heraud

José Watanabe Varas José Watanabe Varas

José Watanabe Varas (Trujillo, 17 de marzo de 1945 - Lima, 25 de abril de 2007), fue un Nacido en Laredo, un pequeño pueblo al este de Trujillo. Su madre Paula Varas Soto, peruana, de origen serrano y su padre Harumi Watanabe Kawano, japonés de quien cuenta aprendió el arte del haiku. Watanabe tuvo una infancia muy pobre, sus padres trabajaban como campesinos en una hacienda azucarera al norte del país hasta que el destino les jugó una buena pasada: ganaron la lotería de Lima y Callao y viajaron a Trujillo, la capital de la provincia. Luego José migró hacia Lima para seguir estudios superiores, pero el recuerdo de Laredo quedaría siempre en su memoria, por lo cual muchos de sus poemas se ubican espacialmente ahí, un Laredo que hoy sólo existe, con sus cuatro calles, en el imaginario creado por el poeta. En Lima estudió los primeros años de la carrera de Arquitectura en la Universidad Nacional Federico Villarreal pero la abandonó después de casi dos años. Su formación fue esencialmente autodidacta y no sólo se desarrolló como poeta sino también como guionista de cine y documentales, estuvo muy involucrado en el medio televisivo e hizo una adaptación de Antígona de Sófocles para el grupo de teatro Yuyachkani. José Watanabe y la generación del 70 Considerado una de las voces insulares o marginales entre los Poetas Peruanos del 70, en la cual encontramos voces tan dispares como las de: Antonio Cisneros, Abelardo Sánchez León, Rodolfo Hinostroza, Enrique Verástegui, entre otros. Esta generación está caracterizada por haber sido la más prolija en publicaciones periódicas, antologías, manifiestos y declaraciones colectivas a cargo de agrupaciones que confiaban en el poder de cambio social de la poesía, como Hora Zero y Estación reunida. Watanabe, sin ser considerado integrante de alguno de estos círculos literarios, compartió mucho de su juventud con su generación. Su literatura se mantuvo independiente de todo el trajín político que afectaba a su país, lo cuál se hace evidente en su poesía. En ella, las preocupaciones de la época si aparecen, pasan inadvertidas. Es más bien producto y gracias a sus vivencias e íntima forma de escribir que gana en 1970 el primer premio del concurso Joven Poeta del Perú con el poemario Álbum de familia. Su afinidad con la tradición poética japonesa También llamado poeta sabio, Watanabe busca trascender en su poesía. De su padre, no sólo aprendió el control de las manifestaciones emocionales, que llama refrenamiento; sino también y sobre todo la forma poética del haiku, la expresión mejor lograda de la mirada oriental del mundo que, por los senderos del budismo zen y el taoísmo, busca a la naturaleza pura y real irradiando su misterio en cada observación. Es a través de este miramiento desinteresado, sereno y simplemente testimonial, que el poeta describe los fenómenos que percibe en su belleza inocente de toda prisa por vivir, de toda ideología y de toda pasión. Análogamente al refrenamiento, el haiku expresa esta voluntad de dejar que las cosas vivan y se den mientras el poeta queda inerte en la inacción, en solo la contemplación. Se convierte en solo ojos para ver y para nada más. El haiku es además la vía hacia el satori de la tradición zen o la iluminación. Esto es la fusión entre el sujeto y el universo, que lo lleva a la comprensión absoluta de la verdad, y a una gran paz silenciosa e inexplicable, que en el hinduismo es llamado samādhi. Este misticismo que no pertenece a ningún grupo social en particular sino a la humanidad toda, es lo que hace que uno se aproxime a la literatura de José Watanabe como a un clásico, que a través de sus sucintas frases nos hace unificar nuestros sentidos y vivir el aquí-ahora de sus ensoñaciones descriptivas y completas para extraer de estos momentos vacuos y delicados una enseñanza, que cada quién encuentra como un abismo. Watanabe dentro de la poesía peruana Pero nuestro autor no solo es heredero oriental de este laconismo contemplativo sino también cabe resaltar una tradición hispana en el uso de la palabra y en su humor criollo, que nos puede sorprender para lograr una sonrisa desprevenida con una de sus palabras que desmitifican al cuerpo del tabú y que rompen con el tono solemne, como en: El baño “si yo hubiera tenido tetas serían como las tuyas” o como en Canción: “Pichi de mujer no es pichi de hombre”. Sus poemas no pueden ser considerados haikus, aunque su efecto sea parecido. Sino que son más bien parábolas, breves narraciones que alegorizan situaciones humanas en las que cualquiera puede reconocerse y que trabajan muy bien el clásico tópico del carpe diem. También se ha señalado que bajo los nombres de Stéphane Mallarmé y Paul Verlaine, Watanabe se dejó influenciar la poesía simbolista francesa por la musicalidad de sus versos y la facilidad para la sugerencia, que no cae en moraleja sino en leve señalamiento implícito en el comportamiento y actitudes de sus personajes narradores. Poemarios publicados * Álbum de familia (Lima, 1971). * El huso de la palabra (Lima, 1989). * Historia natural (Lima, 1994). * Cosas del cuerpo (Lima, 1999). * Antígona (Lima, 2000, versión libre de la tragedia de Sófocles). * Habitó entre nosotros (Lima, 2002). * Lo que queda (Monte Ávila, Caracas, 2005, antología) * La piedra alada (Pre-Textos, Valencia, 2005-Peisa, Lima, 2005) * Banderas detrás de la niebla (Pre-Textos, Valencia, 2006-Peisa, Lima, 2006). Antologías de su obra * Path trough the canefields (Londres, 1997). * El guardián del hielo (Norma, Bogotá, 2000). * Elogio del refrenamiento (Renacimiento, Sevilla, 2003) * Poesía completa (Pretextos, España, 2008) Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/José_Watanabe

Alberto Hidalgo Alberto Hidalgo

Alberto Hidalgo Lobato (Arequipa, Perú, 23 de mayo de 1897 - Buenos Aires, 12 de noviembre de 1967), poeta y narrador peruano cuya obra, exaltadamente individualista, se cuenta entre los introductores del vanguardismo en la literatura del Perú. En su juventud se trasladó a Lima para estudiar medicina en la Universidad de San Marcos. Posteriormente, abandonó sus estudios para dedicarse a la literatura. Participó en la revista Colónida, publicada en 1916 y dirigida por Abraham Valdelomar y publicó sus primeros poemarios Panoplia Lírica (1917), Las voces de colores (1918) y Joyería (1919), en la que ya se denotan su carácter innovador e inconformista ante los cánones de su época. Militó en el Partido Aprista Peruano, al cual posteriormente renunció, como su compatriota Magda Portal, tras denunciar que la corrupción había sentado sus reales en esa organización política. En 1919 Hidalgo jugó un rol importante en el ambiente vanguardista, participó y editó junto a Borges y Huidobro el Índice de la nueva poesía americana (1926), conoció a Xul Solar, Güiraldes, Girondo, Macedonio Fernández, Leopoldo Marechal y Rafael Squirru, entre otros. Creó las Revistas Oral y Pulso. Obra posterior fue Actitud de los años. Asimismo la ideología izquierdista y combativa de Hidalgo y su vinculación con el Perú se refleja en sus poemarios Carta al Perú (1957) y Poesía inexpugnable (1962), en los días de guerra. Además de su obra poética escribió cuentos publicados originalmente y en su mayoría en Caras y Caretas y luego editadas bajo el título Los sapos y otras personas (1927), único libro de cuentos del autor. Se dedicó también a obras de teatro, además del ensayo Diario de mi sentimiento (1937), en el que comenta de forma bastante personal e irreverente el ambiente artístico de su época. Mención aparte merece una colección de libros de difusión de la obra de Sigmund Freud, publicados entre 1930 y 1945 bajo el seudónimo de Dr. J. Gómez Nerea, que contribuyeron a dar a conocer el psicoanálisis en Argentina. Falleció en Buenos Aires el 12 de noviembre de 1967, pocos meses después de recibir el Gran Premio de Honor otorgado por la Fundación Argentina para la Poesía, único reconocimiento recibido en vida. El fue enterrado en el cementerio "La Chacarita" (se dice hasta ahora que el era uno de los mejores escritores) uno de sus mejores amigos quien siempre estuvo con el en las buenas y las malas fue "Edwin Henrry Condori Choquecondo" Simplismo El simplismo es una técnica literaria que, influida por el futurismo y el creacionismo, consistía en el uso extensivo de la metáfora y la autonomía de cada verso, condensando de éste modo su lenguaje poético, generalmente altamente subjetivo. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Alberto_Hidalgo

César Calvo Soriano César Calvo Soriano

César Calvo Soriano (Iquitos, 26 de julio de 1940 - Lima, 18 de agosto de 2000), poeta peruano. Fue miembro de la Generación del 60 (Perú), cuya obra refleja el interés de este grupo en usar imágenes de la cultura y sociedad contemporánea en la poesía además de incorporar en algunas ocasiones otras propias de su región amazónica natal, y se relaciona con su militancia comunista. Hijo del pintor loretano César Calvo de Araujo y Graciela Soriano Narvaéz. Establecido en Lima(1946), estudió primaria en el Colegio Pedro Tomás Drinot y secundaria en el Colegio Nacional Hipólito Unanue. Siguió estudios de Letras, Psicología y Derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Vivió su infancia en un pequeño departamento ubicado en el tercer piso de la Calle Coca (4a cuadra del Jirón Carabaya) de Lima, la casa granja de Puente Piedra y la chacra de Chillón, propiedades de su abuelo Víctor Fuentes Soriano. Su juventud transcurrió entre la Calle Gremios (Jirón Callao), la casa en la Bajada de Baños de Barranco y su departamento en Las Begonias de Chaclacayo. Viajero empedernido y aventurero recorrió muchas ciudades del Perú y del mundo, viviendo durante años en el Cusco, Iquitos, Londres, París, Madrid, Roma y Barcelona. De espíritu fraternal y desprendido, muchos gozaron de su amistad inconfundible y aquella risa estruendosa y contagiante que aún recuerdan todos aquellos que llegaron a disfrutar de su compañía sin distingo de edad, clase, raza, posición social y cultural, incluyendo por supuesto a grandes personalidades de la poesía, literatura, ciencia, artes y política nacional e internacional. Fue gran amigo de los pobres, irremediable amante de las mujeres y dulce protector de niños y animales. Su identificación y gran amor por la Amazonía y la ecología, lo llevó a dirigir la filial del Instituto Nacional de Cultura en Iquitos en 1975 durante el cual también fue Director de la Fundación Pro Selva en la misma ciudad, dedicada a la protección y difusión de la cultura amazónica. En los tramos finales de su vida, al padecer de una enfermedad - parecía oír sonidos extraños- fue ayudado, para su recuperación, por el poeta laureado Rafael Alberti. Ruta intelectual y literaria Periodista fundador del diario “Expreso” en Lima, siguió como corrector, diagramador y redactor en “El Comercio” de Lima hasta el año 1963, luego asume la subdirección del diario “El Correo”. Editó Latin American Touring (1964-1965) con una edición paralela en español. Jefe de redacción en “La República”, columnista de “El Popular” hasta el año 1986, colaboró continuamente con las revistas “Gente”, “Caretas” y “Si”, siendo columnista hasta el final de sus días, en el diario “Perú Shimpo”. Su talento lo llevó a ser guionista para los programas "Esta es su vida" y "Noche de gala" en Panamericana Televisión. Locutor en off en el cortometraje "A un viejo poeta en el Perú" (1977), de Alberto ‘Chicho’ Durant, dedicado a Martín Adán; fue además, declamador exclusivo de César Vallejo a pedido de su viuda Georgette Vallejo. Calvo incursiona en la música con Cancionario (1967), colección de poemas escritos en forma de canciones. Varios de ellos fueron tomados, posteriormente, por renombrados cantautores y músicos como Chabuca Granda, Jorge Madueño, Raúl Vásquez, Juan Castro Nalli, Lucho Gonzáles, Víctor Merino, entre otros. Es el inicio de una prolífica producción en variados géneros como baladas, trova, landós, marineras, huaynos, yaravíes, panalivios, festejos, danzones, así como canciones infantiles. Muchos de estos temas son interpretados por reconocidos cantantes internacionales como Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Alfredo Zitarrosa, Mercedes Sosa, Rafael, Eva Ayllón, Susana Baca, Cecilia Barraza, Elsa María Elejalde, Miki Gonzales y otros. Como director artístico del Conjunto Folklórico Perú Negro, Calvo aportó en la coreografía, vestuario y luces; además, como coordinador general en varios espectáculos, que llevó a este grupo al despegue de su carrera internacional. Con tan sólo veinte años de edad, su primer poemario Carta para el tiempo recibió mención honrosa en el primer Concurso Hispanoamericano de Literatura (1960), cuyos versos aún no han sido editados. En el mismo año, compartió con Javier Heraud el primer premio del Concurso “El Poeta Joven del Perú” con el poemario Poemas Bajo Tierra, que se publicó al año siguiente. En 1963 presenta su segundo libro, Ausencias y retardos. En 1966, gana una mención de honor en el Premio Casa de las Américas por su obra El cetro de los jóvenes. En el siguiente año, publica, junto con Javier Heraud, Ensayo a dos voces. Recién ese mismo año, sale a luz El cetro de los jóvenes en La Habana. Otros poemarios suyos como El último poema de Volcek Kalsarets (1965), Cancionario (1967) y Poco antes de partir (1971) fueron incluidos en su quinto libro Pedestal para Nadie, obra que obtiene en el 1974 el Primer Premio del Concurso Hispanoamericano de Literatura y en 1975 el mayor galardón con el Premio Nacional de Fomento a la Cultura , Premio Nacional de Poesía. En 1981 publica su magistral novela Las tres mitades de Ino Moxo y otros brujos de la Amazonía, traducida al italiano al año siguiente y posteriormente al inglés. Su talento poético vuelve en 1985 con su octavo libro Como tatuajes en la piel de un río. Luego, ese mismo año, se publican los dos primeros libros de su trilogía Los lobos grises aúllan en inglés, que revela los entretelones del atentado contra Juan Pablo II, continuando con el tercer volumen La verdad y solamente la verdad. Campana de Palo se publica en 1986, la cual recopila las columnas publicadas y censuradas, que escribiera para el Diario El Popular. Luego, en 1989 aparece su poemario Puerta de viaje en coautoría con José Pavletich y al siguiente año su último libro de la trilogía Los lobos aúllan contra Bulgaria. En 1995 se edita la traducción al inglés de Las tres mitades de Ino Moxo en Estados Unidos de Norteamérica. César Calvo, considerado como uno de los mejores escritores hispanoamericanos por su inconfundible aliento poético, fallece repentinamente el 18 de agosto del 2000, casi al término de su último ensayo poético Edipo entre los Inkas, que fuera publicado póstumamente en tres tomos por el Congreso de la República del Perú en el 2001. Obra * Los lobos aúllan contra Bulgaria (1990) * Puerta de Viaje (poemas, con José Pavletich, 1989) * Las tres mitades de Ino Moxo y otros brujos de la Amazonia (novela, 1981) * Pedestal para nadie (1975) * El cetro de los jóvenes (1967) * Cancionario (1967) * Ausencias y retardos (1963) * Poemas y canciones, disco grabado con Reynaldo Naranjo y el acompañamiento en *guitarra de Carlos Hayre. * Poemas bajo tierra (1960) Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/César_Calvo

Miguel Wenceslao Garaycochea Miguel Wenceslao Garaycochea

Miguel Wenceslao Garaycochea fue un poeta, abogado y matemático peruano tal como dice Alberto Tauro del Pino. Vino al mundo en 1815 en Arequipa y falleció en Trujillo en 1861. Su padre fue Hermegildo Garaycochea y su madre, Genara Delga. Estudios y calificación Sus estudios básicos los realizó en Colegio San Francisco de su lar nativo. Los continuó en el Seminario de San Jerónimo, y, en seguida, En la Universidad Nacional de San Agustín. Se graduó de bachiller y doctor en derecho, en el año 1838. Además obtuvo el título de abogado. Carrera ocupacional Fue docente de Derecho, Filosofía y Matemática en el colegio donde empezó a estudiar.En el año de 1845 se le asignó a la dirección del Colegio Nacional San Juan de Trujillo. Luego hizo carrera en el Poder judicial: fue nombrado juez de primera instancia en Chachapoyas en 1849 y, después, vocal de la Corte Superior de Cajamarca. Representó a Chacpoyas como diputado e integró el Senado: al ser elegido senador por Cajamarca. Contribuciones a la matemática El malogrado matemático peruano, Roberto Velásquez López, ha escrito un ensayo sobre Garaycochea e indica que trabajó sobre los siguientes temas: Trisección del ángulo Duplicación del cubo Cálculo binomial Su nombre aparece en una obra de Jorge Cabrera Tapia; como también, en un texto de matemática de secundaria de Máximo de la Cruz Solórzano. Referencias Wikipedia – http://es.wikipedia.org/wiki/Miguel_W._Garaycochea Don Miguel W. Garaycochea no disfrutó de muy larga vida, pues habiendo nacido en Arequipa el año de 1816, murió en Trujillo el de 1861. Se educó en la ciudad de su nacimiento hasta recibir el grado de doctor en Jurisprudencia. Fue profesor en el Seminario de Trujillo, rector en el Colegio Nacional de San Juan de esa misma ciudad, juez de primera instancia de Chachapoyas, vocal de la Corte Superior de Cajamarca, diputado al Congreso. Aunque vivió menos de medio siglo, la vida no debió de parecerle corta: la pasó estudiando, y como él mismo lo asegura, El hombre vive tanto cuanto sabe Referencias Poesías del doctor Miguel W. Garaycochea - Prólogo




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