#Camagüeyanos #Cubanos #SigloXX #MotivosDeSon
Tendida en la madrugada, la firme guitarra espera: voz de profunda madera desesperada. Su clamorosa cintura,
Si es que me quieres matar, no esperes a que me duerma, pues no podré despertar. Muerto, ay, muerto y también dormido,
A veces tengo ganas de ser un curs… para decir: La amo a usted con loc… A veces tengo ganas de ser tonto para gritar: ¡La quiero tanto! A veces tengo ganas de ser un niño
Por el largo camino me marché al azar, con un jarro de vino y un trozo de pan. rightMe marché al azar.
¡Qué vida la que vivimos en estos años de muerte! ¡Qué vida la que morimos! El ojo del policía, abierto de noche y día.
En la vieja villa de Plóvdiv, lejos, allá, mi corazón murió una noche y nada más. Una larga mirada verde,
¡De qué callada manera se me adentra usted sonriendo, como si fuera la primavera! (Yo, muriendo.)
Que quieres, dicen, ser periodista. Eso, mi amigo, mucho me atrista. ¿Cómo, si eres,
Mendoza la bien sembrada, ciudad de luz y arboleda, en roca viva engastada... Amor de Marianetti, el Señor
Al final del largo viaje, Ho Chi Minh suave y despierto: sobre el albura del traje le arde el corazón abierto. No trae escolta, ni paje.
Alta noche en el Cielo... Sosegad… como quien vive (y con razón) cont… sin futuro, presente ni pasado y en blanco el pensamiento, duerme Dios en su nube,
¡Yambambó, yambambé! Repica el congo solongo, repica el negro bien negro; congo solongo del Songo baila yambó sobre un pie.
En el acuario del Gran Zoo, nada el Caribe. Este animal marítimo y enigmático tiene una cresta de cristal,
El Aconcagua. Bestia solemne y frígida. Cabeza blanca y ojos de piedra fija. Anda en lentos rebaños con otros animales semejantes
¡Ah, no penséis que su voz es un suspiro! Que tiene manos de sombra, y que es su mirada lenta gota lunar temblando de frío