#1891 #EscritoresCubanos #VersosSencillos
Vino el médico amarillo A darme su medicina, Con una mano cetrina Y la otra mano al bolsillo: ¡Yo tengo allá en un rincón
Contra el verso retórico y ornado El verso natural. Acá un torrente… Aquí una piedra seca. Allá un dor… Pájaro, que en las ramas verdes br… Como una marañuela entre esmeralda…
En el negro callejón Donde en tinieblas paseo, Alzo los ojos, y veo La iglesia, erguida, a un rincón. ¿Será misterio? ¿Será
Sé de brazos robustos, Blandos, fragantes; Y sé que cuando envuelven El cuello frágil, Mi cuerpo, como rosa
Alma que me transportas: Voz desatada Que a las almas ajenas Llevas mi alma; Cinta, cinta de fuego
Este es el número de La Edad de Oro, donde se ve lo viejo y lo nuevo del mundo, y se aprende cómo las cosas de guerra y de muerte no son tan bellas como las de trabajar: ¡a saber si el ...
Hurgue un huésped muy inquieto Del lado del corazón.— ¡Muy celoso, muy celoso!— Dormir no sabe mi huésped: no.— Como una sierpe, se enrosca
Tienes el don, tienes el verso, ti… Todo el valor de ti, tienes la alt… Resolución que arrostra y que caut… Y llama las coronas a las sienes. Tienes la fuga, el verbo, los desd…
Ganado tengo el pan: hágase el ver… y en su comercio dulce se ejercite la mano, que cual prófugo perdido entre oscuras malezas, o quien lle… a rastra enorme peso, andaba ha po…
Los padres se lo quieren dar todo a sus hijos, y si ven un caballo hermoso, con la cola que le reluce y el pelo como seda, no piensan en montarse ellos, como señorones, y salir trotando...
Sé, mujer, para mí, como paloma Sin ala negra: Bajo tus alas mi existencia amparo… ¡No la ennegrezcas! Cuando tus pardos ojos, claros sen…
Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud, y en tí. Si alguien te dice que estas páginas se parecen a otras páginas, diles que te amo demasiado ...
Sueño con claustros de mármol Donde en silencio divino Los héroes, de pie, reposan: ¡De noche, a la luz del alma, Hablo con ellos: de noche!
Como taza en que hierve De transparente vino En doradas burbujas El generoso espíritu; Como inquieto mar joven
Por la tumba del cortijo Donde está el padre enterrado, Pasa el hijo, de soldado Del invasor: pasa el hijo. El padre, un bravo en la guerra,