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La Sierra Maestra ¡tan alta, tan grande! ¡tan brava, tan bella! De roca para el tirano; para el patriota, de miel.
En el pozo viejo el sapo se baña; la luna, traviesa, se mete en el agua. En el pozo nuevo
Nombres tuyos, nombres míos, que recibimos de ayer como el agua de los ríos y que debes conocer: Bejucos de la Perdiz,
En la casa que recuerdo, en la casa, entre el naranjal y el cielo: plátano indio, plátano congo,
En su casa de hojas despierta el pájaro porque, anunciado el día, se entona el gallo. Canta seguido,
En Playa Larga, el uvero, como homenaje al valor de los niños artilleros, ya no florece en febrero: en abril abre la flor.
Prende tus luces cocuyo de marzo: esta es la noche de hablar con el gallo. Compartiremos
Mi papalote, ¡qué lindo mi papalote! Vuela y vuela como un pájaro mi papalote. Un pájaro de papel
Nene, vanos a dormir; no son horas de reír: duerme el viento, duerme el sol, duermen las gallinas
¡Que ruede la rueda de pan y canela! Que llegue al campo, que busque el trigo, que diga al agua
Ocho mulitos tiene mi arria y todos suben por la montaña. Se ve salpicado el río
Abrigando el arroyo la caña brava, chorros de finas hojas al aire lanza. ¡Qué musicales ramos,
Aserrín Aserrán. Puñadito de violetas, limoncito verdemar, anillito de corales.
De la lunita nueva vuela una garza; tiene el cuello nevado, de azul las alas. Volando viene
Jazmín diamela, jazmín de España, jasmín criollo, ¡Ixora blanca! Lirio amarillo,