#EscritoresEspañoles
Tu carne olía ricamente a otoño, a húmedas hojas muertas, a resinas… a cítricos aceites y a glicinas y a la etérea fragancia del madroñ… Hábil como una boca era tu coño.
En la noche por fin, sombrío oasis de los tórridos arenales del día, largamente, me he sumergido, y he disuelto la sal de la tristez…
Otra vez en tu fondo empezó eso... Abre sus ojos ciegos el gemido, se agita en ti, exigente y sumergi… emprende su agonía sin regreso. Yo te siento luchar bajo mi peso
Sé que no sabes que recuerdo tanto tu piel untuosa y pálida, amasada con fiebre y luna, y tu boca abras… blanda y jugosa y salada de llanto… y tu implorante gesto de quebranto…
Entre los tibios muslos te palpita un negro corazón febril y hendido de remoto y sonámbulo latido que entre oscuras raíces se suscit… un corazón velludo que me invita,
Tus ojos que no vi nunca en la vid… turbarse de deseo, ni saciados dormirse tras la entrega, ni extra… mientras gimes loca y sacudida; tu oreja, dulce concha adormecida
Estoy más triste que un zapato aho… estoy más triste que el polvo bajo… estoy más triste que el sudor de l… estoy triste como un niño de visit… como una puta desmaquillada
Si te busco y te sueño y te persig… y deseo tu cuerpo de tal suerte que tan sólo aborrezco ya la muert… porque no me podré acostar contigo… si tantos sueños lúbricos abrigo;
Mi ser gris te redime De tu bella cadena de contrastes Mi lenta fuerza gris Mi fluido peso extenso Tu vida que se atrasa
Tus pechos se dormían en sosiego entre mis manos, recobrando nido, fatalmente obedientes al que ha si… el amor que una vez los marcó al f… tu lengua agraz bebía al fin el ri…
En la apartada noche ya sin nadie, tibia, agitada, leve cae la lluvia… sola para sí sola. Íntima bailarina por la noche, misteriosa, alocada,
Una mancha de miel tiñe la luz Al tocar la ciudad Que aun dormida elabora Desde aquí arriba Se la ve desbordar
A solas en mi cuarto Busco en la oscuridad Un eco de tu nombre Estoy de pie desnudo Camino y siento esto
El día, está tan bello que no puede mentir: comemos de su luz nuestro pan de v… Su cuerpo se desciñe
Desnuda aún, te habías levantado del lecho, y por los muslos te esc… viscoso y denso, tibio todavía, mi semen de tu entrada derramado. Encendida y dichosa, habías quedad…