#EscritoresEspañoles
Sé que no sabes que recuerdo tanto tu piel untuosa y pálida, amasada con fiebre y luna, y tu boca abras… blanda y jugosa y salada de llanto… y tu implorante gesto de quebranto…
me pregunto por qué a veces esta piedra en la dentadura que no deja salir a gusto mis palabras cuando se disponen confiadas a brotar hacia ti a correr más frescas que las cascadas de a...
Está ya oscurecida la hermosura; los árboles desnudos se mecen en la sombra, y un gran silencio vela suspendido… En brazos de la noche
Tus pechos se dormían en sosiego entre mis manos, recobrando nido, fatalmente obedientes al que ha si… el amor que una vez los marcó al f… tu lengua agraz bebía al fin el ri…
Y sin embargo, a veces, todavía, así de pronto, cuando te estoy vie… vuelvo a verte como antes, y me en… del mismo modo inútil que solía. Y me pongo a soñar en pleno día,
Quién desteje el amor Ése es quien me desteje No es nadie El amor se deshace solo Como la trenza del río
Desnuda aún, te habías levantado del lecho, y por los muslos te esc… viscoso y denso, tibio todavía, mi semen de tu entrada derramado. Encendida y dichosa, habías quedad…
Otra vez en tu fondo empezó eso... Abre sus ojos ciegos el gemido, se agita en ti, exigente y sumergi… emprende su agonía sin regreso. Yo te siento luchar bajo mi peso
Otoño vuelve a colocarlo todo Mucho más en su sitio Después de barrer bien Aprovecha el frescor Para hacer con el aire cuenta nuev…
En la prisa de su ímpetu tiránico No oye nada el arroyo Desde el foso sin bordes de su pro… Desde aquí arriba Se ve el tropel de espaldas líquid…
En la apartada noche ya sin nadie, tibia, agitada, leve cae la lluvia… sola para sí sola. Íntima bailarina por la noche, misteriosa, alocada,
Mis besos lloverán sobre tu boca o… primero uno a uno como una hilera… anchas gotas dulces cuando empieza… que revientan como claveles de som… luego de pronto todos juntos
Una mancha de miel tiñe la luz Al tocar la ciudad Que aun dormida elabora Desde aquí arriba Se la ve desbordar
¿Qué sabes tú, qué sabes tú aparta… injustamente en tu cruel pureza; tú sin vicio, sin culpa, sin bajez… y sólo yo lascivo y sin coartada? Rompe ya esa inocencia enmascarada…
Entre los tibios muslos te palpita un negro corazón febril y hendido de remoto y sonámbulo latido que entre oscuras raíces se suscit… un corazón velludo que me invita,