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¡Dies irae, dies illa! ¡Solvet seclum in favilla cuando quema esa pupila! La tierra se vuelve loca, el cielo a la tierra invoca
A un cruzado caballero, garrido y noble garzón, en el palenque guerrero le clavaron un acero tan cerca del corazón,
Yo persigo una forma que no encuen… botón de pensamiento que busca ser… se anuncia con un beso que en mis… al abrazo imposible de la Venus de… Adornan verdes palmas el blanco pe…
¿Tienes, joven amigo, ceñida la co… para empezar, valiente, la divina… ¿Has visto si resiste el metal de… la furia del mandoble y el peso de… ¿Te sientes con la sangre de la ce…
Rosas rosadas y blancas, ramas ver… corolas frescas y frescos ramos, Alegría! Nidos en los tibios árboles, huevos en los tibios nidos,
En la pálida tarde se hundía, el sol en su ocaso, con la faz rubicunda en un nimbo de polvo dorado. En las aguas del mar, una barca,
Quiero expresar mi angustia en ver… dirán mi juventud de rosas y de en… y la desfloración amarga de mi vid… por un vasto dolor y cuidados pequ… Y el viaje de un vago Oriente por…
En el país de las Alegorías Salomé siempre danza, ante el tiarado Herodes, eternamente. Y la cabeza de Juan el Bautista,
Reina Venus, soberana capitana de deseos y pasiones, en la tempestad humana por ti mana
¿Qué signo haces, oh Cisne, con t… al paso de los tristes y errantes… ¿Por qué tan silencioso de ser bla… tiránico a las aguas e impasible a… Yo te saludo ahora como en versos…
He aquí que Cyrano de Bergerac tr… de un salto el Pirineo. Cyrano es… ¿No es en España, acaso, la sangr… Al gran gascón saluda y abraza el… ¿No se hacen en España los más be…
Ínclitas razas ubérrimas, sangre d… espíritus fratemos, luminosas alma… Porque llega el momento en que hab… lenguas de gloria. Un vasto rumor… mágicas ondas de vida van renacien…
El traje de los vicios son los harapos; que hoy andan las virtudes de guante blanco. Lugar común;
Se ha casado el buen Antonio, y es feliz con su mujer, pues no hay otra más hermosa, ni más dulce, ni más fiel, ni más llena de cariño,
¿Que por qué así? No es muy dulce la palabra, lo confieso. Mas, de esa extraña amargura la explicación está en esto: después de llorar mis lágrimas
