Lejos y entre los árboles de la intrincada selva, ¿no ves algo que brilla y llora? Es una estrella. Ya se la ve más próxima,

Dos rojas lenguas de fuego que a un mismo tronco enlazadas se aproximan y al besarse forman una sola llama; dos notas que del laúd

Yo sé cuál el objeto de tus suspiros es; yo conozco la causa de tu dulce secreta languidez. ¿Te ríes?... Algún día

¡Qué hermoso es ver el día coronado de fuego levantarse, y, a su beso de lumbre, brillar las olas y encenderse el a… ¡Qué hermoso es tras la lluvia

Como enjambre de abejas irritadas, de un oscuro rincón de la memoria salen a perseguirme los recuerdos de las pasadas horas. Yo los quiero ahuyentar. ¡Esfuerz…

Hoy como ayer, mañana como hoy, ¡y siempre igual! Un cielo gris, un horizonte eterno y andar... andar. Moviéndose a compás, como una estú…

Porque son, niña, tus ojos verdes como el mar, te quejas; verdes los tienen las náyades, verdes los tuvo Minerva, y verdes son las pupilas

Tú eras el huracán, y yo la alta torre que desafía su poder. ¡Tenías que estrellarte o que abat… ¡No pudo ser! Tú eras el océano; y yo la enhiest…

Besa el aura que gime blandamente las leves ondas que jugando riza; el sol besa a la nube en occidente y de púrpura y oro la matiza; la llama en derredor del tronco ar…

Primero es un albor trémulo y vago… raya de inquieta luz que corta el… luego chispea y crece y se dilata en ardiente explosión de claridad. La brilladora lumbre es la alegría…

Las ropas desceñidas, desnudas las espaldas, en el dintel de oro de la puerta dos ángeles velaban. Me aproximé a los hierros

Porque son, niña, tus ojos verdes como el mar, te quejas; verdes los tienen las náyades, verdes los tuvo Minerva, y verdes son las pupilas

–Yo soy ardiente, yo soy morena, yo soy el símbolo de la pasión; de ansia de goces mi alma está lle… ¿a mí me buscas? –No es a ti, no. –Mi frente es pálida; mis trenzas,…