Mario Benedetti

Hombre que mira a otro hombre que mira

Vos también estás asombrado
no querés admitir la salvación por el infierno
o acaso no podés creer que haya
cualesquiera hijos de vecino
que metan la vida prójima en el cepo
 
que un tipo pueda respirar
y buscar el amor
y faenar el tiempo
y besar a sus hijos
y decir oraciones
y hasta cantar bajito
después de haberse traicionado
corrompido
enmerdado
metiendo la vida prójima en el cepo
 
vos
como yo
estás asombrado
 
en realidad no hay fogata para ese humo
ni siquiera hay sed para ese cántaro
tal vez no haya pájaros para ese viento
para ese inmune no haya después
 
las venganzas yacen calmas y feroces
la paciencia se arruga de tanta espera
vos te preguntás donde está la cosecha
y sin embargo tu estupor intacto
demuestra por lo pronto que algo cosechaste
 
vos mirás como inmóvil y te miro mirar
somos dos conjeturas incómodas fraternas
no entendemos un pito de esta infame justicia
de esa fábrica de odios que propone el olvido
 
a lo mejor te vino la infancia en un destello
sentiste la sesera esa insensible
pensaste el corazón ese impensable
pero ni así te acostumbraste a esa saña piadosa
a esa masacre tan emputecida
así que no aflojaste ni un suspiro
y te seguiste asombrando te seguiste
 
yo te miro mirar como inmóvil
pero claro la cosa no se arregla
con miradas
ojeadas
o vistazos
qué tal si nos arremangamos vos y yo.
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