Miguel Matamoros
Mariposita de primavera,
alma con alas que errante vas
por los jardines de mi quimera
como un suspiro de amor fugaz.
 
Cuando te alejes a otras regiones
llévale un ruego de adoración
a la que un día me dio ilusiones
que se trocaron en decepciones
que hoy llevo dentro del corazón.
 
Yo quiero verla para besarla
como esos besos que, tú a la flor,
das cuando quieres la miel robarle
para embriagarte cual yo de amor.
 
Mariposita de primavera,
alma con alas si es que la ves
dile que torne mi compañera
a los jardines de mi quimera
donde no vuelvas jamás tal vez.

El Poeta, compositor y cantante Miguel Matamoros confía su preciado mensaje para la amada lejana, no a una paloma, a una mariposa mensajera. Tiene sus razones, la elocuente metáfora del grácil y ligero ser besando las flores, le ha evocado su propio desafortunado amor. La fiel emisaria llevará el ruego, aprovechando su obligada migración. Es tan delicada que bien podría fallar en su cometido, pero no sería por falta de voluntad, sino por circunstancias adversas. A fin de cuentas, una mariposa es tan determinada y al mismo tiempo frágil como la esperanza del Poeta.

Hermoso

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