Empieza el llanto
de la guitarra.
Se rompen las copas
de la madrugada.
Empieza el llanto
de la guitarra.
Es inútil callarla.
Es imposible
callarla.
Llora monótona
como llora el agua,
como llora el viento
sobre la nevada.
Es imposible
callarla.
Llora por cosas
lejanas.
Arena del Sur caliente
que pide camelias blancas.
Llora flecha sin blanco,
la tarde sin mañana,
y el primer pájaro muerto
sobre la rama.
¡Oh, guitarra!
Corazón malherido
por cinco espadas.
Alfredo Jiménez G.
7aLlora la guitarra de George Harrison. Llora con sus seis cuerdas la guitarra "que nos puede matar" de Jorge Luis Borges. Llora la guitarra de Antonio Machado allá en el mesón porque "hoy suena jota y mañana petenera". Llora la guitarra de Nicolás Guillén "tendida en la madrugada". Llora la guitarra de Federico García Lorca. Llora siempre al anochecer ese instrumento de tan sensual y sugerente silueta. Porque es un "corazón malherido por cinco espadas".
Julián Riveira Dosártes
5aUn homenaje a la guitarra, sombra del Amor y el desamor. ¡Ay, guitarra amena, soleada!