Si no son los pájaros cubiertos de ceniza, si no son los gemidos que golpean las ve… serán las delicadas criaturas del aire que manan la sangre nueva por la oscurid…

Leñador. Córtame la sombra. Líbrame del suplicio de verme sin toronjas. ¿Por qué nací entre espejos?

Su luna de pergamino Preciosa tocando viene por un anfibio sendero de cristales y laureles. El silencio sin estrellas,

Fresquísimas violas. Bandadas de rubores levantados por este don de lágrimas que enlaza la muchedumbre de las viejecillas con la niña y el niño de mi frente.

En la torre amarilla, dobla una campana. Sobre el viento amarillo,

El mar sonríe a lo lejos. Dientes de espuma, labios de cielo. ¿Qué vendes, oh joven turbia

La lluvia tiene un vago secreto de ternu… algo de soñolencia resignada y amable, una música humilde se despierta con ella que hace vibrar el alma dormida del pais… Es un besar azul que recibe la Tierra,

Quiero dormir el sueño de las manzanas alejarme del tumulto de los cementerios. Quiero dormir el sueño de aquel niño que quería cortarse el corazón en alta m… No quiero que me repitan que los muertos…

El mariquita se peina en su peinador de seda. Los vecinos se sonríen en sus ventanas postreras. El mariquita organiza

Sobre el monte pelado un calvario. Agua clara y olivos centenarios. Por las callejas

Hay dulzura infantil En la mañana quieta. Los árboles extienden Sus brazos a la tierra. Un vaho tembloroso

Viento del Este; un farol y el puñal en el corazón. La calle

Esquilones de plata Llevan los bueyes. —¿Dónde vas, niña mía, De sol y nieve? —Voy a las margaritas

Esa luna se va, y ellos se acercan. De aquí no pasan. El rumor del río apagará con el rumor de troncos el desgarrado vuelo de los gritos. Aquí ha de ser, y pronto. Estoy cansada…