Mis ojos miraban en hora de ensueñ… la página blanca. Y vino el desfile de ensueños y so… Y fueron mujeres de rostros de est… Mujeres de rostros de estatuas de…

¿Dar posada al peregrino?... A uno di posada ayer; y hoy, prosiguió su camino llevándose a mi mujer.

¡Qué piropo! Escalda y pincha. ¡Qué obscenidad! ¡Qué baldón! ¿Quién lo dijo? Ese mocito del flamante redingot. A la pobre muchachuela

Torres de Dios! Poetas! Parrayos celestes, que resistís las duras tempestades… como crestas escuetas como picos agrestes,

Lloraba en mis brazos vestida de n… se oía el latido de su corazón, cubríanle el cuello los rizos cast… y toda temblaba de miedo y de amor… ¿Quién tuvo la culpa? La noche ca…

A Vicente de Paúl, nuestro Rey C… con dulce lengua dice: —Hijo mío tus labios dignos son de imprimirse en la herida que el ciego

Tengo de criar un perro, ya que en este mundo estoy. No me importa lo que sea, alano, galgo o bull-dog; lo quiero para tener

El mundo es un papanatas; el Demonio ya chochea: en tanto que la otra vive siempre joven, siempre fresca; con las uñas preparadas,