La Habana, con sus caderas sonoras, y sus moradas ojeras a todas horas. Danza de pasos medidos

A Camagüey suelo ir por revivir mis claros días de infancia. Aspiro allá en su fragancia rosas que no volverán.

Sobre la quemadura de la amapola aplícate jazmines, que eso la cura… si acaso fuese grave la quemadura usarás la camelia, pero una sola. Cuando el cielo en verano se torna…

¡Ah, qué pedazo de sol, carne de mango! Melones de agua, plátanos.

Tus venas, la raíz de nuestros árb… La raíz de mi árbol, retorcida; La raíz de mi árbol, de tu árbol, De todos nuestros árboles, Bebiendo sangre, húmeda de sangre,

¿Lejos? Hay un arco tendido que hace viajar la flecha de tu voz. ¿Alto?

¿Te hablaron ya de Río, del Pan, del Corcovado y el sanguinario estío? ¿Te han hablado? De la boite encendida

Como la nieve cae aquí, nieva también dentro de mí. (Verlaine con nieve, ¿no es así?) De ti me acuerdo –ya sin ti. ¿A qué llorar, me digo yo,

Ya yo me enteré, mulata, mulata, ya sé que dise que yo tengo la narise como nudo de cobbata. Y fíjate bien que tú

De tierras de Guatemala volando mi avión partía; lloraba con el motor, con la hélice decía: —¡Guatemala,

A veces tengo ganas de ser un curs… para decir: La amo a usted con loc… A veces tengo ganas de ser tonto para gritar: ¡La quiero tanto! A veces tengo ganas de ser un niño

Murió callada y provincial. Tenía llenos los ojos de paz fría, de lluvia lenta y lenta melodía. Su voz, como un cristal esmerilado… anunciaba un resplandor encerrado.

Cuelga colgada, cuelga en el viento, la gorda luna de Barlovento. Mar: Higuerote.

Yo soy borracho. Me seduce el vin… luminoso y azul de la Quimera que pone una explosión de Primaver… sobre mi corazón y mi destino. Tengo el alma hecha ritmo y armoní…

Por el camino de la mar vino el pirata, mensajero del Espíritu Malo, con su cara de un solo mirar y con su monótona pata