Olas de gordo aceite son mis días:
pasan tan lentamente que no pasan.
Los hombres a mi lado miran, pasan,
lentos también como mis lentos días.
El futuro está ahí, lleno de días,
pero es un duro charco: por él pasan
lentas sombras de sueños cuando pasan…
Nocturnos cielos cúbrenme los días.
Aprendí, me enseñaron los que pasan
que siempre pasan, pasarán los días,
aunque a veces parezca que no pasan.
Supe además que a bordo de mis días
pasaré yo también con los que pasan,
ceniza en la ceniza de los días.