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¡Oh! la sangre del alma, ¿tú la ha… Tiene manos y voz, y al que la vie… Eternamente entre las sombras acus… ¡Hay crímenes ocultos, y hay cadáv… De almas, y hay villanos matadores…
El rayo surca, sangriento, El lóbrego nubarrón: Echa el barco, ciento a ciento, Los negros por el portón. El viento, fiero, quebraba
Alma que me transportas: Voz desatada Que a las almas ajenas Llevas mi alma; Cinta, cinta de fuego
Cuentan un cuento de cuatro hindús ciegos, de allí del Indostán de Asia, que eran ciegos desde el nacer, y querían saber cómo era un elefante. «Vamos, dijo uno, adonde el elefante manso...
Traidor! Con qué arma de oro Me has cautivado? Pues yo tengo coraza De hierro áspero. Hiela el dolor: el pecho
Como taza en que hierve De transparente vino En doradas burbujas El generoso espíritu; Como inquieto mar joven
¿Mi musa? Es un diablillo Con alas de ángel. ¡Ah, musilla traviesa. Que vuelo trae! Yo suelo, caballero
Con un astro la tierra se ilumina; Con el perfume de una flor se llen… Los ámbitos inmensos. Como vaga, Misteriosa envoltura, una luz tenu… Naturaleza encubre, y una imagen
¿Por qué os secáis, violetas gener… Que me dio en hora amarga mano pía… Pues patria al alma dais, flores m… ¡No os secaréis en la memoria mía!
Vivir en sí, qué espanto! Salir de sí desea El hombre, que en su seno no halla… De reposar, de renovar su vida, En roerse a sí propia entretenida.…
El alfiler de Eva loca Es hecho del oro oscuro Que lo sacó un hombre puro Del corazón de una roca. Un pájaro tentador
¡Penas! ¿Quién osa decir Que tengo yo penas? Luego, Después del rayo, y del fuego, Tendré tiempo de sufrir. Yo sé de un pesar profundo
La imagen del rey, por ley, Lleva el papel del Estado: El niño fue fusilado Por los fusiles del rey. Festejar el santo es ley
Dígame mi labriego Cómo es que ha andado En esta noche lóbrega Este hondo campo? Dígame de qué flores
Dios las maldiga! ¡Hay madres en… Que apartan a los padres de sus hi… Y preparan al mal sus almas blanca… Y les derraman el odio en los oído… ¡Dios las maldiga! Oh, cielo, ¿no…