#EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #EscritoresSevillanos #Generación98 #SigloXIX #SigloXX #1912 #CamposDeCastilla
¡Tocados de otros días, mustios encajes y marchitas sedas; salterios arrumbados, rincones de las salas polvorientas… daguerrotipos turbios,
Pegasos, lindos pegasos, caballitos de madera. ..................................… Yo conocí siendo niño, la alegría de dar vueltas
El ojo que ves no es ojo porque tú lo veas; es ojo porque te ve. Para dialogar, preguntad, primero;
Cabalgaba por agria serranía, una tarde, entre roca cenicienta. El plomizo balón de la tormenta de monte en monte rebotar se oía. Súbito, al vivo resplandor del ray…
Este noble poeta, que ha escuchado los ecos de la tarde y los violine… del otoño en Verlaine, y que ha co… las rosas de Ronsard en los jardin… de Francia, hoy, peregrino
Leyendo un claro día mis bien amados versos, he visto en el profundo espejo de mis sueños que una verdad divina
Algunos lienzos del recuerdo tiene… luz de jardín y soledad de campo; la placidez del sueño en el paisaje familiar soñado. Otros guardan las fiestas
Es mediodía. Un parque. Invierno. Blancas sendas; simétricos montículos y ramas esqueléticas. Bajo el invernadero,
Este noble poeta que ha escuchado los ecos de la tarde y los violine… del otoño en Verlaine, y que ha co… las rosas de Ronsard en los jardin… de Francia, hoy, peregrino
Recuerdo que una tarde de soledad… ¡oh tarde como tantas!, el alma mí… bajo el azul monótono, un ancho y… que ni tenía un pobre juncal en su… ¡Oh mundo sin encanto, sentimental…
Como se fue el maestro, la luz de esta mañana me dijo: Van tres días que mi hermano Francisco no trabaj… ¿Murió?... Sólo sabemos
Crear fiestas de amores en nuestro amor pensamos, quemar nuevos aromas en montes no… y guardar el secreto de nuestros rostros pálidos,
Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido, con las lluvias de abril y el sol… algunas hojas verdes le han salido… ¡El olmo centenario en la colina
Hoy buscarás en vano a tu dolor consuelo. Lleváronse tus hadas el lino de tus sueños. Está la fuente muda,
¡Ay del que llega sediento a ver el agua correr, y dice: la sed que siento no me la calma el beber! ¡Ay de quien bebe y, saciada