Agua del mar, ¿quién la siente? ¿quién la ha visto; quién la sabe? ¿quién descifrará la clave de la sal, clarividente? Nunca espuma o labio ardiente.

Eres hermosa como la piedra, oh difunta; Oh viva, oh viva, eres dichosa com… Esta orquesta que agita mis cuidados como una negligencia,

¿Quién mueve las sombras no verdes? Tranquilas las hojas

Sí, sí, es verdad, es la única ver… ojos entreabiertos, luz nacida, pensamiento o sollozo, clave o alm… este velar, este aprender la dicha… este saber que el día no es espina…

Perdonadme: he dormido. Y dormir no es vivir. Paz a los h… Vivir no es suspirar o presentir p… ¿Vivir en ellas? Las palabras mue… Bellas son al sonar, mas nunca dur…

Corazón negro. Enigma o sangre de otras vidas pas… suprema interrogación que ante los… signo que no comprendo a la luz de… Sangre negra, corazón dolorido que…

El mar, la tierra, el cielo, el fu… el mundo permanente en que vivimos… los astros remotísimos que casi no… que casi a veces son una mano que… Esa llegada de la luz que descansa…

No te acerques. Tu frente, tu ard… las huellas de unos besos, ese resplandor que aun de día se s… ese resplandor contagioso que me q… ese río luminoso en que hundo mis…

La soledad, en que hemos abierto l… La soledad en que una mañana nos h… derribados de alguna parte, casi n… Como un cuerpo que ha rodado por u… y, revuelto con la tierra súbita,…

No te olvides, temprana, de los be… De los besos alados que a tu boca… Un instante pusieron su plumaje en… sobre el puro dibujo que se rinde… Te rozaron los dientes. Tú sentis…

¡Cuántas veces sabiendo que eras tú, yo caía en tu misma sonrisa, mar abierta, mar plana, estival, pez, sacando

Amantes enterrados Aún tengo aquí mis labios sobre los tuyos. M… acabada, ¡acábate! ¡Oh libertad! Aquí oscuramente ap…

Una vieja llama y pide: ruega. Nadie escucha. Sólo el agua

Duele la cicatriz de la luz, duele en el suelo la misma sombra… duele todo, hasta el zapato triste que se lo l… Duelen las plumas del gallo,

Dichosa claridad de la aurora, cuerpo radiante, amoroso destino, adoración de ese mar agitado, de ese pecho que vive en el que sé… ¿Dónde tú, montaña inmensa siempre…