Esa rata enorme repugnante y untuo… que corre despavorida o abandonada prodigiosamente sola entre desecho… buscadora aterrada de su pobre pit… cuyo menester faena misión última

Aquí en esta vereda impecables lujosos los Grandes Almacenes

Ningún padre de la iglesia ha sabido explicar por qué no existe un mandamiento once que ordene a la mujer

Cuando sólo era un niño estupefacto viví durante años allá en colón en un casi tugurio

Por tercera vez sueña con la mesa pulida y larga, y aquellos diez o doce rostros que lo enfrentan, unos interrogantes, otros agresivos y otros más con ojos indiferentes, tal vez vacíos....

Uno llega con sus ojos de buey con sus dedos de frente o con sus pies de plomo todo eso y además

Déjame este zumbido de verano y la ausencia bendita de la siesta déjame este lápiz este block esta máquina

Un país lejano puede estar cerca puede quedar a la vuelta del pan pero también puede irse despacito y hasta borrar sus huellas en ese caso no hay que rastrearlo

Claro que ya me voy uno regresa siempre pero entendámonos vuelvo porque me sufro y no porque me encante

Desde el octavo piso de mi tercer… veo el mar excesivo que me prestan mercado viejo al norte donde el qu… se llama luz brillante y al oeste otro mercado el nuevo adonde llega…