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Si vos pensáis que por un ceño air… por abajar los ojos y enojaros, o por huir de mí, por alejaros, torcer el rostro con mirar turbado… saldréis del alma mía, o que el cu…
Querría saber, amantes, cómo es he… esta amorosa red que a tantos pren… cómo su fuerza en todo el mundo ex… o cómo el tiempo ya no la desecha. Si Amor es ciego, ¿cómo se aprove…
Como de duro entalle una figura con gran facilidad se imprime en c… y como queda siempre aquélla enter… mientras que otra imprimir no se p… tal en mi alma vuestra hermosura
«No más, como solía, jocundo y vag… te veo correr dorando tu ribera, mas, turbio de mis lágrimas, la fi… llama creer que yo llorando apago. »Ya no te muestra el cielo aquel h…
Sabe Dios sin saber de vos deseo, y témolo saber más que la muerte: ved, señora, cuál es mi mala suert… de qué contrarios tormentar me veo… De no saber de vos tan mal poseo
«Amor, ¿qué es esto?» «Amor» «May… que amor». «¿Pues qué es?» «No sé… «En el alma». «¿Con qué fuego la… «¡Fuego, sí!» «¿Quién lo enciende… «¿Arde?» «Abrasa que parte el sen…
Como el que de escorpión fue ya mo… si de allí en algún tiempo se le a… se altera, se demuda y desacuerda y pierde la color y aun el sentido… mi alma que improviso acaso vido
Estrella que mi mal todo influiste… del bien que ya pasó eclipsada esf… que al florir de mi verde primaver… en invierno enojoso convertiste. Sigue tu curso pues, obscuro y tri…
Cosa es cierta, señora, y muy sabi… aunque el secreto de ella está enc… que lanza de sí sangre un cuerpo m… si se pone a mirarlo el homicida. Así yo, aunque vivo, estoy sin vid…
Ilustre honor el nombre de Cardon… no décima a las nueve de Parnaso, mas la primera del oriente a ocaso… a quien rara beldad honra y corona… y a quien la Fama por sin par preg…
Dulce enemiga mía, hermosa fiera, si las obras de Amor mirar queremo… iguales con el sol las hallaremos una regla guardar y una manera. Cerca la tierra el sol dentro y de…
Leandro que de amor en fuego ardía… puesto que a su deseo contrastaba el fortunoso mar que no cesaba, nadando a su pesar, pasar quería. Mas viendo ya que el fin de su osa…
Tanto espacio de tierra y tan gran… de mar, tantas naciones tan extrañ… tantos tormentos y ásperas montaña… ni el Alpe de terror y fieras llen… ni tanta soledad, ni el verme ajen…
Por el airado mar a la ventura va el marinero con tormenta fiera, y viéndose perder, salvarse espera en el batel do su morir procura; porque lo ordena así su desventura
Para ver si sus ojos eran cuales la fama entre pastores extendía, en una fuente los miraba un día Dórida, y dice así, viéndolos tale… «Ojos, cuya beldad entre mortales