A Federico G. Lorca
#Asesinados #EscritoresEspañoles #Generación27 #GuerraCivilEspañola #PoemaDelCampo (1924)
De todos los horizontes brotaron poemas nuevos, que vinieron a juntarse en la Rosa de los Vientos, y cada poema trajo
Cuerda de guitarra que se rompe al templarla. La punta de la flecha fue untada
Quedó la noche vacía y no obstante estaba llena de siluetas y misterios. Fuimos palpando en su frente todos nuestros pensamientos.
Vino a mí en espiral, con vuelo de mañana, su voz hecha sonrisa de lucero del alba. Mi sangre baña el río
Los dedos de la nieve repiquetearon en el tamboril del espacio. Parábolas de nubes
Mi cabeza inclinada sobre el aire miraba su cabeza hecha amor por mi… cuando de sus cabellos saltaban las abejas para dejar su… en los labios resecos y sin espera…
¿Dónde se acaba el mar? ¿Dónde comienza el cielo? ¿Los barcos van flotando. o remontan el vuelo? Se perdió el horizonte,
Hundido entre juncales, eludí la pasión de la mujer sin carne. Eludí la pasión, dentro de mi ramaje
Embadúrnate el cuerpo, de oscuridad y de silencio, y podrás levantar la copa de los sueños.
Para picotear sobre mi fría palma bajan aleteando las estrellas y la Osa Mayor no será nunca blan… porque ha olvidado su pasión mimét… Han puesto colgaduras encaladas
El barco es más barco en alta mar, entre las olas y el huracán. Y el águila, en el aire
Aceituneros del pío–pío, muertos de hambre y muertos de frío. El zagalejo encarnado, ciñe tu cuerpo arrecido.
Sobre la tierra, cae la simiente, que lleva en su cuerpo, el germen de la vida,