#EscritoresEspañoles #Generación27 #OrillasDeLaLuz (1927)
Un viento inesperado hizo vibrar l… y nuestros labios eran de cristal… empapados en sangre dejada por los… de las bocas perdidas en medio de… El fuego calcinaba nuestros labios…
Ladera cubierta de hierba. Arroyo sin fondo. Un lentisco
Nuestros cabellos flotan en la cur… y en la curva del agua flota un ba… que lleva en su cubierta entre cer… tus miradas de ámbar y el ámbar de… Nuestros cabellos flotan en aire e…
En medio de este hueco redondo y t… que me persigue siempre a través d… retumban los hachazos que separan… brotadas en el tronco de mármol pa… por el humo de pólvora y la luz de…
Para picotear sobre mi fría palma bajan aleteando las estrellas y la Osa Mayor no será nunca blan… porque ha olvidado su pasión mimét… Han puesto colgaduras encaladas
Aceituneros del pío–pío, muertos de hambre y muertos de frío. El zagalejo encarnado, ciñe tu cuerpo arrecido.
Álamos negros junto al arroyo fresco. Álamos blancos junto al arroyo claro. Álamos blancos
Embadúrnate el cuerpo, de oscuridad y de silencio, y podrás levantar la copa de los sueños.
El gañán ve encender la candela del cielo, al amanecer. Llega a la besana
Sobre la tierra, cae la simiente, que lleva en su cuerpo, el germen de la vida,
Los árboles negros, cruzan sus ramas, pidiendo un poco de agua.
Este brazo de fuego quemaba mi costado recubierto de brotes plenos de savia verde cuando tu cabellera
Cuerda de guitarra que se rompe al templarla. La punta de la flecha fue untada
Bañábase en la playa sin corazón y sin el velo de la desposada. Y tenía su cuerpo, sin corazón,