#EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #EscritoresSevillanos #Generación98 #Modernismo
La hora cárdena... La tarde los velos se va quitando... El velo de oro..., el de plata. La hora cárdena... «Aún es temprano».
Ven, reina de los besos, flor de l… amante sin amores, sonrisa loca... Ven, que yo sé la pena de tu alegr… y el rezo de amargura que hay en t… Yo no te ofrezco amores que tú no…
El conde, orgullo y gloria, las da… y a los nobles zahiere —madrigal y… cuando un paje, de lejos y por señ… No lleva el paje escudo ni señoria… «Venid —le dice quedo—; seguidme..…
En tu boca roja y fresca beso, y mi sed no se apaga, que en cada beso quisiera beber entera tu alma. Me he enamorado de ti
¡Oh el sotto voce balbuciente, osc… de la primer lujuria!... ¡Oh la de… del beso adolescente, casi puro!..… ¡Oh el no saber de la primer caric… Despertase de amor entre cantares
Ya galantes no más y delicados madrigales haré —para las flores y las mujeres—, sobrios de colores y vagamente estilizados. Pintaré la preciosa
Ya el pobre corazón eligió su cami… Ya a los vientos no oscila, ya a l… al azar no suspira, ni se entrega… Ahora sabe querer, y quiere lo que… Renunció al imposible y al sin que…
El lobo blanco del invierno, el lobo blanco viene, con los feroces ojos inyectados en sangre helada, fijos y crueles. ¡Maldito lobo invierno, que te lle…
En sueños te conocí, y, del amor peregrino, he adivinado el camino para llegar hasta ti. Tras de aquel sueño corrí
Ardan todas las voces y quémense los labios; y en la más alta flor quede la noche detenida. Nadie sabe tu nombre ya;
«Hijo, para descansar, es necesario dormir, no pensar, no sentir, no soñar...»
¡Oh, el sotto voce balbuciente, os… de la primer lujuria!... ¡Oh, la d… del beso adolescente, casi puro!..… ¡Oh, el no saber de la primer cari… ¡Despertarse de amor entre cantare…
No tienes quien te bese tus labios de grana, Ni quien tu cintura elástica estre… dice tu mirada. No tienes quien hunda
Atrás el cielo, atrás la luz y su navaja, atrás los muros de salitre, atrás las calles que dan siempre a… Atrás mi piel de vidrios erizados,
El ciego sol se estrella en las duras aristas de las armas, llaga de luz los petos y espaldare… y flamea en las puntas de las lanz… El ciego sol, la sed y la fatiga.