Una copa con alas ¿quién la ha vis… Antes que yo? Yo ayer la ví. Subí… Con lenta majestad, como quien vie… Oleo sagrado; y a sus dilces borde… Mis regalados labios apretaba.

Bien: yo respeto A mi modo brutal, un modo manso Para los infelices e implacable Con los que el hambre y el dolor d… Y el sublime trabajo; yo respeto

Dígame mi labriego Cómo es que ha andado En esta noche lóbrega Este hondo campo? Dígame de qué flores

En el negro callejón Donde en tinieblas paseo, Alzo los ojos, y veo La iglesia, erguida, a un rincón. ¿Será misterio? ¿Será

. . . . . . . . . . . . Cuando, oh… Cuando en tu seno reposar me es da… Ancha es y hermosa y fúlgida la vi… Que éste o aquél o yo vivamos tris… Culpa de éste o aquél será, o mi c…

La madre está sentada Junto a la cuna:- Por la ventana gótica calada Entran risueños quiebros de luna. La madre está espantada,

Estoy en el baile extraño De polaina y casaquín Que dan, del año hacia el fin, Los cazadores del año. Una duquesa violeta

Hurgue un huésped muy inquieto Del lado del corazón.— ¡Muy celoso, muy celoso!— Dormir no sabe mi huésped: no.— Como una sierpe, se enrosca

Yo miro con un triste placer, como en la fiesta Del noble Jerez pálido la copa llena guían las blancas manos trémulas

Dentro de mí hay un león enfrenado… De mi corazón he labrado sus riend… Tú me lo rompiste: cuando lo vi ro… Me pareció bien enfrenar la fiera. Antes, cual la llama que en la est…