Los personajes: Ramón Budiño
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Lo han cubierto/ de afiches de pan… de voces en los muros de agravios retroactivos de honores a destiempo lo han transformado en pieza de co…
Un tallito de verdes y un añoso al… las veinticuatro horas y el instan… una vislumbre dicha por las manos… el amor es un centro con extrañas… clausura y campo abierto
Usted martín santomé no sabe cómo querría tener yo ahora todo el tiempo del mundo para quer… pero no voy a convocarlo junto a m… ya que aún en el caso de que no es…
La noche fácil y aparentemente sag… o mejor dicho el abismo de la noch… no es como otros abismos tiene fondo su tálamo de niebla o relente o fa…
Por una vez existe el cielo innece… Nadie averigua acerca de mi corazó… ni de mi salud milagrosa y cordial… porque es de noche, manantial de l… viento de la noche, viento olvido,
Cuando Agustín sintió un fuerte dolor en el pecho, anunció de inmediato a sus familiares: «Esto es un infarto». Sin embargo, el médico diagnosticó aerofagia. El dolor se aplacó con una ...
A Luz, una vez más. Cuando el no ser queda en suspenso se abre la vida ese paréntesis Preguntas al azar (1986) ¿Habrá alguna idea que merezca
Se me ocurre que vas a llegar dist… no exactamente más linda ni más fuerte ni más dócil ni más cauta
Soy mi huésped nocturno en dosis mínimas y uso la noche para despojarme de la modestia
De todos los laberintos el mejor es el que no conduce a nada y ni siquiera va sembrando indicio… ya que aquellos otros esos pocos que llevan a alguna par…
Yo digo ¿no? esta mano que escribe mil doscientos y transporte y Enero
Se las arregló para ser contemporá… medio siglo después de su muerte creó una justicia natural para neg… pobres tuvo pupila suficiente como para m…
Tu nombre es como el crisol donde se funde la hazaña tu nombre es como la caña que endulza con lluvia y sol de su destino naciente
Llegan de atrás pero no importa son nuevas en verdad alentadoras marx se sabía su shakespeare de me… y el che sentía latir
Bueno zelmar pasaron nueve años y las bisagras del país se quejan rechinan dulcemente nadie va a preguntar