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Este día ya no digas mas, que me la sigo viendo y se me van a quedar en los ojos veinte cerros. ¡Es la Patrona Blanca
País de la ausencia extraño país, más ligero que ángel y seña sutil, color de alga muerta,
Antes que él eche a andar, está qu… el viento Norte, hay una luz enfer… el camino blanquea en brazo muerto y, sin gracia de amor, pesa la tie… Y cuando viene, lo sé por el aire
Resbalando los pastales y entrando por los viñedos que el Diablo trenza y destrenza desde la cepa al sarmiento, dan al animal y al indio
Amo las cosas que nunca tuve con las otras que ya no tengo. Yo toco un agua silenciosa, parada en pastos friolentos, que sin un viento tiritaba
Una canción es una herida de amor que nos abrieron las cosas. A ti, hombre basto, sólo te turba un vientre de mujer, un montón de carne de mujer. Nosotros vamos turbados, nosotros recib...
Yo no sé si podré venir. A ver si te cumplo, hermana. Llego, si vengo, en aire dulce por no helarte la llanada o en el filo de tu sueño
Las madres contando batallas sentadas están al umbral. Los niños se fueron al campo, la roja amapola a cortar. Se han puesto a jugar a los ecos
Se va de ti mi cuerpo gota a gota. Se va mi cara en un óleo sordo; se van mis manos en azogue suelto; se van mis pies en dos tiempos de… ¡Se te va todo, se nos va todo!
La hora de la tarde, la que pone su sangre era las montañas. Alguien en esta hora está sufriend… una pierde, angustiada, en este atardecer el solo pecho
Hay besos que pronuncian por sí so… la sentencia de amor condenatoria, hay besos que se dan con la mirada hay besos que se dan con la memori… Hay besos silenciosos, besos noble…
Se acabaron los días divinos de la danza delante del mar, y pasaron las siestas del viento con aroma de polen y sal, y las otras en trigos dormidas
Ciento veinte años tiene, ciento v… y está más arrugada que la Tierra. Tantas arrugas lleva que no lleva… sino alforzas y alforzas como la p… Tantas arrugas hace como la duna a…
En el sueño yo no tenía padre ni madre, gozos ni duelos, no era mío ni el tesoro que he de velar hasta el alba, edad ni nombre llevaba,
«Tus cabellos ya son blancos también; miedo, la dura voz, la boca, «amén». Tarde se averiguó,