#EscritoresNicaragüenses #Modernismo #SigloXIX #SigloXX #1887 #Abrojos #EscritoresNicaraguenses
¿Dar posada al peregrino?... A uno di posada ayer; y hoy, prosiguió su camino llevándose a mi mujer.
¿Tienes, joven amigo, ceñida la co… para empezar, valiente, la divina… ¿Has visto si resiste el metal de… la furia del mandoble y el peso de… ¿Te sientes con la sangre de la ce…
Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro... y a veces lloro sin querer... Plural ha sido la celeste
Bandera que aprisiona el aliento de Abril, corona tu torre de marfil. Cual princesa encantada,
Me tienes lástima, ¿no? Y yo quisiera una soga para echártela al pescuezo y colgarte de una horca, porque eres un buen sujeto,
El varón que tiene corazón de lis, alma de querube, lengua celestial, el mínimo y dulce Francisco de As… está con un rudo y torvo animal, bestia temerosa, de sangre y de ro…
Helena! La anuncia el blancor de un cisne. ¡Makheda! La anuncia un pavo real. ¡Ifigenia, Eiectra, Catalina!
En medio del camino de la Vida... dijo Dante. Su verso se convierte… En medio del camino de la Muerte. Y no hay que aborrecer a la ignora… emperatriz y reina de la Nada.
Hermano, tú que tienes la luz, dím… Soy como un ciego. Voy sin rumbo… Voy bajo tempestades y tormentas ciego de ensueño y loco de armonía… Ese es mi mal. Soñar. La poesía
Ínclitas razas ubérrimas, sangre d… espíritus fratemos, luminosas alma… Porque llega el momento en que hab… lenguas de gloria. Un vasto rumor… mágicas ondas de vida van renacien…
El traje de los vicios son los harapos; que hoy andan las virtudes de guante blanco. Lugar común;
¡Argentina! el cantor ha oteado desde la alta región tu futuro. Y vio en lo inmemorial del pasado las metrópolis reinas que fueron, las que por Dios malditas cayeron
Soy sabio, soy ateo; no creo en diablo ni en Dios... (...pero, si me estoy muriendo, que traigan el confesor).
Dio luz a sus estrofas el cielo az… Le atrajo con su inmenso fulgor el… Ciñeron su cabeza los lauros de la… Y fueron sus hermanos los hijos de… Las máscaras le dieron las Gracia…
En la pálida tarde se hundía, el sol en su ocaso, con la faz rubicunda en un nimbo de polvo dorado. En las aguas del mar, una barca,