#Escritoras #EscritoresCubanos #EscritoresMatanceros
Los besos se me han vuelto telarañ… la casa se ha venido abajo, se derrumba; ya está rota aunque tiembla entre gajos y vitra…
Cuenta el pobre los fósforos y el rico sus palacios; aquél se ha salvado de las adulaci… y el dinero. Sus manos no pueden aplaudir en la…
Ya tuve esta neblina que pesa como… ya tuve este delirio, ya tuve este fantasma y lo creí pe… ya tuve casi el sueño, y agonicé de pronto sin cerrar la…
Busco una enfermedad que no me aca… sino el dolor constante de la vida… algo para fingir que estoy dormida detrás de este temblor de escarcha… Busco un agua cósmica que lave
Carilda Traigo el cabello rubio; de noche… Beso la sed del agua, pinto el tem… Guardo una cinta inútil y un abani… Encuentro ángeles sucios saliendo…
Yo venía con una paz solemne, con una fiebre de pascua recobrada… fija al dolor no obstante, y ya estabas allí: pálido papel para mis besos,
Callados, por la tarde, gravemente… sin elegir el sitio de la tierra, tú y yo nos besaremos como en guer… hasta quedarnos fríos frente a fre… Yo, cada vez más tumba que se ahon…
Andaba yo volando por el suelo, sin zapatos, sin mi traje de nube de las nubes; sola para tus manos, patética,
Cogí un recuerdo para soportar la… pasé la página de mi libreta y escribí: te amo. Pero era para no enseñar a todos m… (Váyanse a la madre que los parió,
Se llamaba Mercedes, Y era buena. Dicen que todo el mundo la quería. Con su sonrisa ajena una estatua de niebla parecía. Se llamaba Mercedes. Y no existe
Llueve contra la tarde y tu retrat… La mariposa enferma su alegría. Sobre el tintero se quedó vacía la pluma con que escribo. Duerme e… Miro para la sal, para el zapato,
Tus manos absolutas y mesiánicas que anoche me pasaron como un cuen… ignoran que hasta sirven de alimen… con sus pulpas viriles y volcánica… Tus manos tan distintas y oceánica…
I Hugo Ania Mercier: yo te quería. A tu cuerpo de hombre agonizante que irradiaba dolor como un diaman… a tu paso que insiste todavía,
Pregunto si llevo corazón cuando despierto el peligro entre… si me equivoca cuando preparo la única trinchera en su garganta.
Llegué de noche. La luz era difícil; el cuarto pobr… Desnuda yo parecía un juguete de oro. Volví a vestirme