#EscritoresUruguayos #SigloXX #SigloXXI #1995 #ElOlvidoEstáLlenoDeMemoria
Cuando me fui eran chiquilines tenían un rabioso alrededor de púas la racha intransigente les quitaba padres tíos maestras
La primavera frágil / la primavera… pacientemente escucha y atiende mi… con su verde más verde me mira y m… y decide orgullosa que esta vez no… y así / para mi asombro / me quedo…
Quién iba a prever que el amor, es… se dedicara a ellos tan formales mientras almorzaban por primera ve… ella muy lenta y él no tanto y hablaban con sospechosa objetivi…
Quién hubiera dicho que estos poemas de otros iban a ser míos después de todo hay hombres que no…
Lejos quedó el exilio descubierto en ensueños brumosos o cubierto de olvido un jardín más o menos irrisorio del que tomamos cuatro rosas
La linda parejita que transcurre por el viejo teclado de baldosas sabe y no sabe de su amor a términ… o de las marcas que impondrán los… la linda parejita en su burbuja
Es fácil vaticinar que los propagandistas de la infancia no van a interrumpir su campaña quieren vendernos la inocencia cual si fuera un desodorante o un horóscopo después de todo saben...
Cuando Mambrú se fue a la guerra, llevaba una almohadilla y un tirabuzón. La almohadilla para descansar después de las batallas y el tirabuzón para descorchar las efímeras victorias. T...
Seguramente mi primer olvido tuvo una cuna de madera tibia / a trocitos fui armando evocaciones de la matriz recién abandonada ese lecho de jugos y de sombras
Ellos saben si soy o si no soy, ellos abren la puerta y dicen: «Pa… miran y relativamente son felices, endosan el destino como un cheque y eructan, aquíescentes, sin provo…
Lo decidí antenoche mientras iba caminando sin rumbo y sin apuro bajo la lluvia lenta mansa justa no voy a ir así que no me espere usted dirá qué tipo quién lo entie…
Unos como invasores otros como invadidos ¿qué país no ha perdido la inocencia? pero además
Tus manos son mi caricia mis acordes cotidianos te quiero porque tus manos trabajan por la justicia si te quiero es porque sos
Ahora que este siglo uno cualquiera se deshilacha se despoja de sus embustes más canallas de sus presagios más obscenos
Diríase que el tiempo no madura y que al poeta ese cándido leproso no se le deja otro comportamiento que refugiarse en su desgarradura y allá quedarse torvo y silencioso