Era sol: caballero en un potro,
Con la rienda tendida al acaso,
Fui testigo de un drama de amores:—
¡Qué volar! ¡Qué caer! ¡Qué dolores!....
Aprieto el paso...
Era sol. El fragor de la tierra
Celebrar tanto amor parecía:—
Y el potente amador fulguraba
Como un astro encendido, y volaba,
Y los aires hendía.—
El amor, como un águila, vuela
Sobre el cráneo poblado del hombre,
Y tal aire en sus alas encierra
Que lo empuja por sobre la tierra
Con vuelo sin nombre.
Y a tal punto el amor transfigura
Que la atónita tierra no sabe
Si aquel astro que vuela es ave
O humana criatura.