Mario Benedetti
Aquí la soledad se pone oscura
el viento insiste al final del día
estoy cansado como después de un sueño
y aunque me gustaría brindar con alguien
bebo el vino en un vaso de vidrio arrugado
 
golpean en la puerta con nudillos menudos
es nelsito un vecino de cinco años
me pregunta si puede jugar con el imán
no quiero defraudarlo así que lo autorizo
y él inaugura su verdad revelada
 
luego desaparece erudito y ceñudo
el viento urge aunque con otro ritmo
termino el vino sin desesperarme y
lentamente estiro el brazo torpe
hasta el imán que aguarda en su misterio.
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