Mientras tenéis, ¡oh negros corazo… conciliábulos de odio y de miseria… el órgano de amor niega sus sones. Cantad, oíd: «La vida es dulce y… Para ti, pensador meditabundo,

Llegué a la pobre cabaña en días de primavera. La niña triste cantaba, la abuela hilaba en la rueca. —¡Buena anciana, buena anciana,

Lodo vil que se hace nube, es preferible, por todo, a nube que se hace lodo: ésta cae y aquélla sube.

Tenía una cifra tu blanco pañuelo, roja cifra de un nombre que no era el tuyo, mi dueño. La fina batista

Me dijo un amigo ayer: –Aquel que… a cierta hora en que a tentar sale a veces Lucifer, hallará en toda mujer la mujer de Putifar.

Joven, acérquese acá, ¿Estima usted su pellejo? Pues escúcheme un consejo, que me lo agradecerá: Arroje esa timidez

Mar armonioso, mar maravilloso, tu salada fragancia, tus colores y músicas sonoras me dan la sensación divina de mi i…

Lirio divino, lirio de las Anunci… Lirio, florido príncipe, Hermano perfumado de las estrellas… Joya de los abriles. A ti las blancas dianas de los par…

Primero, una mirada; luego, el toque de fuego de las manos; y luego, la sangre acelerada y el beso que subyuga.