Leyendo un claro día mis bien amados versos, he visto en el profundo espejo de mis sueños que una verdad divina

Sonaba el reloj la una, dentro de mi cuarto. Era triste la noche. La luna, reluciente calavera, ya del cénit declinando,

Allá, en las tierras altas, por donde traza el Duero su curva de ballesta en torno a Soria, entre plomizos c… y manchas de raídos encinares,

El tiempo que la barba me platea, ahondó mis ojos y arrugó mi frente… va siendo en mi memoria transparen… y mientras más lejano, más clarea. Miedo infantil, amor adolescente,

Hacia un ocaso radiante caminaba el sol de estío, y era entre nubes de fuego, una tr… tras de los álamos verdes de las m… Dentro de un olmo sonaba la sempit…

Era mía noche del mes de mayo, azul y serena; sobro el agudo ciprés brillaba la luna llena, iluminando la fuente

¡Oh, figuras del atrio, más humild… cada día y lejanas: mendigos harapientos sobre marmóreas gradas; miserables ungidos

Naranjo en maceta, ¡qué triste es… Medrosas tiritan tus hojas menguad… Naranjo en la corte, ¡qué pena da… con tus naranjitas secas y arrugad… Pobre limonero de fruto amarillo

¡Tocados de otros días, mustios encajes y marchitas sedas; salterios arrumbados, rincones de las salas polvorientas… daguerrotipos turbios,

¿Y ha de morir contigo el mundo ma… donde guarda el recuerdo los hálitos más puros de la vida, la blanca sombra del amor primero, la voz que fue a tu corazón, la ma…

El limonero lánguido suspende una pálida rama polvorienta sobre el encanto de la fuente limp… y allá en el fondo sueñan los frutos de oro...

Rejas de hierro; rosas de grana. ¿A quién esperas, con esos ojos y esas ojeras enjauladita como las fieras, tras de los hierros de tu ventana?