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Al fin, una pulmonía mató a don Guido, y están las campanas todo el día doblando por él: ¡din-dan! Murió don Guido, un señor
Lejos de tu jardín quema la tarde inciensos de oro en purpurinas lla… tras el bosque de cobre y de ceniz… En tu jardín hay dalias. ¡Malhaya tu jardín!... Hoy me par…
Yo era en mis sueños, don Ramón,… del áspero camino, y tú, Caronte de ojos de llama, el fúnebre barqu… de las revueltas aguas de Aqueront… Plúrima barba al pecho te caía.
¡Oh, figuras del atrio, más humild… cada día y lejanas: mendigos harapientos sobre marmóreas gradas; miserables ungidos
center Una larga carretera entre grises peñascales, y alguna humilde pradera donde pacen negros toros. Zarzas,…
La venta de Cidones está en la ca… que va de Soria a Burgos. Leonard… que llaman la Ruipérez, es una vie… que aviva el fuego donde borbolla… Ruipérez, el ventero, un viejo dim…
Daba el reloj las doce... y eran d… golpes de azada en tierra... ...¡Mi hora!—grité—... El silenci… me respondió:—No temas; tú no verás caer la última gota
La casa tan querida donde habitaba ella, sobre un montón de escombros arrui… o derruida, enseña el negro y carcomido
Verdes jardinillos, claras plazoletas, fuente verdinosa donde el agua sueña, donde el agua muda
Y nada importa ya que el vino de o… rebose de tu copa cristalina, o el agrio zumo enturbie el puro v… Tú sabes las secretas galerías del alma, los caminos de los sueño…
Junto a la sierra florida, bulle el ancho mar. El panal de mis abejas tiene granitos de sal. Junto al agua negra.
Esta leyenda en sabio romance camp… ni arcaico ni moderno, por Valle-… revela en los halagos de un viento… la santa flor de alma que nunca se… Es la leyenda campo y campo. Un p…
Cuando murió su amada pensó en hacerse viejo en la mansión cerrada, solo, con su memoria y el espejo donde ella se miraba un claro día.
¿Mi corazón se ha dormido? Colmenares de mis sueños, ¿ya no labráis? ¿Está seca la noria del pensamiento, los cangilones vacíos,
Es una tarde cenicienta y mustia, destartalada, como el alma mía; y es esta vieja angustia que habita mi usual hipocondría. La causa de esta angustia no consi…