Tú eras el huracán, y yo la alta torre que desafía su poder. ¡Tenías que estrellarte o que abat… ¡No pudo ser! Tú eras el océano; y yo la enhiest…

¿A qué me lo decís? Lo sé: es mud… es altanera y vana y caprichosa; antes que el sentimiento de su alm… brotará el agua de la estéril roca… Sé que en su corazón, nido de sier…

–Yo soy ardiente, yo soy morena, yo soy el símbolo de la pasión; de ansia de goces mi alma está lle… ¿a mí me buscas? –No es a ti, no. –Mi frente es pálida; mis trenzas,…

¿De dónde vengo?... El más horrib… de los senderos busca; las huellas de unos pies ensangren… sobre la roca dura; los despojos de un alma hecha jiro…

¡Cuántas veces al pie de las musgo… paredes que la guardan oí la esquila que al mediar la noc… a los maitines llama! ¡Cuántas veces trazó mi triste som…

En la imponente nave del templo bizantino, vi la gótica tumba a la indecisa luz que temblaba en los pintados v… Las manos sobre el pecho,

Si al mecer las azules campanillas de tu balcón crees que suspirando pasa el vient… murmurador, sabe que, oculto entre las verdes…

Cuando en la noche te envuelven las alas de tul del sueño y tus tendidas pestañas semejan arcos de ébano, por escuchar los latidos

Primero es un albor trémulo y vago… raya de inquieta luz que corta el… luego chispea y crece y se dilata en ardiente explosión de claridad. La brilladora lumbre es la alegría…

¿Quieres que de ese néctar delicio… no te amargue la hez? Pues aspírale, acércale a tus labi… y déjale después. ¿Quieres que conservemos una dulce