Silencio. Sólo queda un olor de jazmín. Lo único igual a entonces, a tántas veces luego... ¡Sinfin de tanto fin!

Aún soñaba en las dulzuras de esta… Estoy solo; mis amores están lejos… y mi alma que se muere de tristeza… de nostalgia y de recuerdos, se sumía fatigada

¡Venid, siglos venideros, tened! Y ahora, huid, volad, que ya os volveré a cojer antes de vuestro final.

La puerta está abierta, el grillo cantando. ¿Andas tú desnuda por el campo? Como un agua eterna,

Para la vendimia, estando yo una tarde grana en la viña del arroyo, las mujeres me dijeron que un negrito preguntaba por mí. Iba yo hacia la era, cuando él venia ya vereda abajo: Era Sa...

Nada me importa vivir con tal de que tú suspires, (por tu imposible yo, tú por mi imposible) Nada me importa morir

Aquél tenía la forma de un reloj, Platero. Se abría la cajita de plata y aparecía, apretado contra el paño de tinta morada, como un pájaro en su nido. ¡Qué ilusión cuando, después de op...

Siempre, después, qué contento cuando me quedo conmigo. Lo que iba a ser mi minuto, es, corazón, mi infinito.

¡Color que, un momento, el humo toma del sol que lo pasa; vida mía, vida mía, fugaz y coloreada!

Eternidad, belleza sola, ¡si yo pudiese, en tu corazón único, cantarte igual que tú me cantas en el mío las tardes claras de alegría en pa…

Ya, Platero, va ungido y hablando con miel. Pero la que, en realidad, es siempre angélica, es su burra, la señora. Creo que lo viste un día en su huerta, calzones de marinero, sombrero ...

Yo no sé cómo saltar desde la orilla de hoy a la orilla de mañana. El río se lleva, mientras, la realidad de esta tarde

No sé con qué decirlo, porque aún no está hecha mi callada palabra.