#1933 #EscritoresEspañoles #Generación27 #LaVozATiDebida
Afán para no separarme de ti, por tu belleza. Lucha por no quedar en donde quieres tú:
A ti sólo se llega por ti. Te espero. Yo sí que sé dónde estoy, mi ciudad, la calle, el nombre por el que todos me llaman.
Si no fuera por la rosa frágil, de espuma, blanquísima, que él, a lo lejos se inventa, ¿quién me iba a decir a mí que se le movía el pecho
Me debía bastar con lo que ya me has dado. Y pido más, y más. Cada belleza tuya me parece el extremo
Cuando cierras los ojos tus párpados son aire. Me arrebatan: me voy contigo, adentro. No se ve nada, no
No quiero que te vayas dolor, última forma de amar. Me estoy sintiendo vivir cuando me dueles no en ti, ni aquí, más lejos:
Estabas, pero no se te veía aquí en la luz terrestre, en nuest… de todos. Tu realidad vivía entre nosotros indiscernible y cierta
Tú no las puedes ver; yo, sí. Claras, redondas, tibias. Despacio se van a su destino;
A la noche se empiezan a encender las preguntas. Las hay distantes, quietas, inmensas, como astros: preguntan desde allí
¡Qué cuerpos leves, sutiles, hay, sin color, tan vagos como las sombras, que no se pueden besar si no es poniendo los labios
No, no me basta, no. Ni ese azul en delirio celeste sobre mí, cúspide de lo azul. Ni esa reiteración
No, no dejéis cerradas las puertas de la noche, del viento, del relámpago, la de lo nunca visto. Que estén abiertas siempre
Dime, ¿por qué ese afán de hacerte la posible, si sabes que tú eres la que no serás nunca? Tú a mi lado, en tu carne,
Lo encontraremos, sí. Nuestro beso. ¿Será en un lecho de nubes, de vidrios o de ascuas? ¿Será
¡Qué cruce en tu muñeca del tiempo contra el tiempo! Reló, frío, enroscado, acechador, espera el paso de tu sangre