por obra y omisión
Con el vaiven de las olas meciéndose en lontananza, absorto pasa las horas, así recobra esperanzas, como avezado serviola
A nuestros egos insaciables les hace falta un escarmiento tal vez un nuevo ordenamiento que incluya menos variables. En esta sociedad insociable,
Bécquer en su glorieta, desgrana la flor del lirio. Amor no correspondido, mas que gozo, es un martirio. Entre umbrías arboledas
Viviendo estoy de limosnas de cariño que me das. Al pedirte algo más que desabridas lisonjas, me ofreces sólo toronjas
La Híspalis teosófica creó su tratado de Dios, con crudeza dramática idealización mistica y un ritual apologeta
No hay nada más reconfortante que sentir como que se amoldan a tus deseos Como te hacen la vida cómoda, se ajustan a tus formas,
En los vórtices del viento prendidos van los suspiros de amores que nacen muertos al no ser correspondidos. Jábega ajada y salobre
Para usarla a provecho y convenien… ¡Quien tuviera memoria selectiva.… zafarse así de infulas nocivas, anestesiando la razón y la conscie… y ser capaz de trocar las inclemen…
¿De que sirven los poetas... si no hacen soñar al pueblo? ¿de que sirven sus palabras... si no compromete el verso? Canta y haz que las conciencias
Mi pasado se esfumó tras los pasos que ayer di. El presente, vive aquí, va caminando conmigo y al voltear aquella esquina,
Entregado al hedonismo prescindí de la templanza, ebrio de ira y soberbia ignoré toda prudencia perdí Fé y fortaleza,
¿Quieres comer calabaza? tendrás que sembrar semillas, mucho antes labrar la arcilla, estercolar bien la haza, asumir las amenazas,
Diferentemente iguales, opuestamente idénticos, nexo de unión ecléctico que nos hace inseparables. Y a pesar de imponderables,
Escribo para enmendar todos mis sueños rotos, invento una nueva vida que pongo en manos de otros. Tal vez, mi fragilidad
Encuentros convergentes desde la singularidad, la divergencia, la disparidad demandan remiendos urgentes. Repudiar lo diferente