Cuerpo de la mujer, río de oro donde, hundidos los brazos, recibi… un relámpago azul, unos racimos de luz rasgada en un frondor de or… Cuerpo de la mujer o mar de oro

Es a la inmensa mayoría, fronda de turbias frentes y sufrientes pe… a los que luchan contra Dios, dehe… de un solo golpe en su tiniebla ho… A ti, y a ti, y a ti, tapia redond…

Había un albañil enjalbegado. Un torrente de luna transparente. Ladrillo tras ladrillo, lentamente… el edificio izó su ramo alzado. El albañil pensó pondré el tejado,

Maravilloso mar el de la muerte. Tocar el fondo, al fin, tocar el f… No hender las olas en que hoy me e… sino hacer pie pisando, ahondando… Entro en el centro de la sombra in…

Un mundo como un árbol desgajado. Una generación desarraigada. Unos hombres sin más destino que apuntalar las ruinas. Romper el mar

Porque quiero tu cuerpo ciegamente… Porque deseo tu belleza plena. Porque busco ese horror, esa cadena mortal, que arrastra inconsolablemente.

Dentro de poco moriré. El zafarrancho de mi vida toca a su fin. El alma está partid… y el cuerpo a punto de partir. Lo… Amé la vida, sin embargo.

Pasó sin darme cuenta. Como un vi… en la noche. (Y yo seguí dormido.) Oh grave juventud. (Tan grave ha… que murió antes de su nacimiento.) ¿Quién dirá que te vio, y en qué m…

Creo en el hombre. He visto espaldas astilladas a trallazos, almas cegadas avanzando a brincos (españas a caballo del dolor y del hambre). Y he creí…

Me llamarán, nos llamarán a todos. Tú, y tú, y yo, nos turnaremos, en tornos de cristal, ante la muer… Y te expondrán, nos expondremos to… a ser trizados ¡zas! por una bala.

¿Es verdad que te gusta verte hund… en el mar de la música; dejarte llevar por esas alas, abismarte en esa luz tan honda y escondida? Si no es así, no ames más; dame tu…

Por los puentes de Zamora, sola y lenta, iba mi alma. No por el puente de hierro, el de piedra es el que amaba. A ratos miraba al cielo,

Volví la frente: Estabas. Estuvis… esperándome siempre. Detrás de una palabra maravillosa, siempre. Abres y cierras, suave, el cielo.

La mano en el pecho del Caballero. La camisa de los Fusilamientos. Dos cosas difíciles de soportar sin dar un grito. El grito de libertad que iza los brazos, o el grito de la lechuza qu...

Para el hombre hambreante y sepult… en sed —salobre son de sombra fría… en nombre de la fe que he conquist… alegría. Para el mundo inundado