Con la lengua cortada y los ojos abiertos el ruiseñor en la muralla Ojos de pena acumulada y plumaje de sangre

Cantan las hojas, bailan las peras en el peral; gira la rosa, rosa del viento, no del rosal. Nubes y nubes

¿Por qué tocas mi pecho nuevamente… Llegas, silenciosa, secreta, armad… tal los guerreros a una ciudad dor… quemas mi lengua con tus labios, p… y despiertas los furores, los goce…

Del amarillo al rojo al verde, peregrinación hacia las claridades… la palabra se asoma a remolinos azules. Gira el anillo beodo,

Bajo las rotas columnas, entre la nada y el sueño, cruzan mis horas insomnes las sílabas de tu nombre. Tu largo pelo rojizo,

Ardua pero plausible, la pintura cambia la blanca tela en pardo lla… y en Dulcinea al polvo castellano torbellino resuelto en escultura. Transeúnte de París, en su figura

Más transparente que esa gota de agua entre los dedos de la enredadera mi pensamiento tiende un puente de ti misma a ti misma

Contra la noche sin cuerpo se desgarra y se abraza la pena sola. Negro pensar y encendida semilla pena de fuego amargo y agua dulce

Hay una noche, un día, un tiempo hueco, sin testigos, sin lágrimas, sin fondo, sin olvid… una noche de uñas y silencio, páramo sin orillas,

Pequeño sol quieto sobre la mesa, fijo mediodía. Algo le falta: Noche.

Entre la tarde que se obstina y la noche que se acumula hay la mirada de una niña. Deja el cuaderno y la escritura todo su ser dos ojos fijos.

Pulsas, palpas el cuerpo de la noc… verano que te bañas en los ríos, soplo en el que se ahogan las estr… aliento de una boca, de unos labios de tierra.

Blanco el palacio, blanco en el lago negro. Lingam y yoni. Como la diosa al dios tú me rodeas, noche.

Entre irse y quedarse duda el día, enamorado de su transparencia. La tarde circular es ya bahía: en su quieto vaivén se mece el mun… Todo es visible y todo es elusivo,