#EscritoresMexicanos
Atrás el cielo, atrás la luz y su navaja, atrás los muros de salitre, atrás las calles que dan siempre a… Atrás mi piel de vidrios erizados,
A veces la poesía es el vértigo de… vértigo de la dicha y el vértigo d… el paseo con los ojos cerrados al… y la verbena en los jardines subma… la risa que incendia los preceptos…
Sombra, trémula sombra de las voce… Arrastra el río negro mármoles aho… ¿Cómo decir del aire asesinado, de los vocablos huérfanos, cómo decir del sueño?
Rodeado de noche follaje inmenso de rumores grandes cortinas impalpables hálitos escribo me detengo
Furiosamente gira sobre un reflejo cae en línea recta
Mudo, tal un peñasco silencioso desprendido del cielo, cae, espeso… el cielo desprendido de su peso, hundiéndose en sí mismo, piedra y… Arde el anochecer en su destrozo;
A las diez de la noche en el Café… salvo nosotros tres no había nadie Se oía afuera el paso húmedo del o… pasos de ciego gigante
Yo dibujo estas letras como el día dibuja sus imágenes y sopla sobre ellas y no vuelve
Amanecemos piedras. Nada sino la luz. No hay nada sino la luz contra la luz. La tierra: palma de una mano de piedra.
Como el aire hace y deshace sobre las páginas de la geología, sobre las mesas planetarias, sus invisibles edificios:
Negro sobre blanco, azul, el gigante grano de polen estalla entre las grietas del tiempo,
Más que aire más que agua más que labios ligera ligera Tu cuerpo es la huella de tu cuerp…
Del verdecido júbilo del cielo luces recobras que la luna pierde porque la luz de sí misma recuerde relámpagos y otoños en tu pelo. El viento bebe viento en tu desvel…
Blanco el palacio, blanco en el lago negro. Lingam y yoni. Como la diosa al dios tú me rodeas, noche.
La luz devasta las alturas Manadas de imperios en derrota El ojo retrocede cercado de reflej… Países vastos como el insomnio Pedregales de hueso